Trátame como debes tratarme, no como merezco ser tratado.
Antonio Porchia
Nada molesta más a nuestra razón, y consume nuestra salud, como los celossecretos vividos en soledad.
Aphra Behn
¿Es para eso que morimos tanto? ¿Para sólo morir, tenemos que morir a cada instante?
César Vallejo
El colmo de la infelicidad oscila entre el estreñimiento y asistir sin ganas a una reunión mundana.
Diego Rivera
Se dejaba ir en el balanceo de las melodías y se sentía vibrar de pies a cabeza, como si los arcos de los violines se pasearan por sus nervios.
Gustave Flaubert
Porque siempre se ha impuesto el criterio de los que no tienen criterio y el gusto de los que tienen mal gusto.
John Lennon
Mi pedagogía siempre se reducía a dos palabras: amor y provocación.
José Luis Sampedro
¿Y no quieres comprender que tu conciencia significa los demás dentro de ti?
Luigi Pirandello
El destino es el carácter.
Manuel Vicent
Te pintaré en un cantar la rueda de la existencia: pecar, hacer penitencia y luego vuelta a empezar.
Ramón de Campoamor
El que es leal eleva su mirada con humildad, y el que es desleal, con soberbia.
Ramon Llull
En el Arriaga lo perdí todo.
Salvador Videgain
El don de agradar de una persona es tanto menos profundo cuanto más general.
Stendhal
La persona más feliz es aquella que concibe los más interesantes pensamientos.
Timothy Dwight
A una verdad, le añaden muchos ceros.
Tirso de Molina
Por cómo percibimos y acogemos a los otros, a los diferentes, se puede medir nuestro grado de barbarie o de civilización. Los bárbaros son los que consideran que los otros, porque no se parecen a ellos, pertenecen a una humanidad inferior y merecen ser tratados con desprecio o condescendencia.
Tzvetan Todorov