Los buenos gobiernos se conocen cuando lo que hacen vale más que lo que sus opositores dicen.
Antonio Maura
Desprecia al hombre orgulloso que se avergüence de verter lágrimas.
Alfred de Musset
Desde que tenía 16 años, he sentido que una nube negra flota sobre mi. Desde entonces, he tomado pastillas para la depresión.
Amy Winehouse
Al que no pule ni perfecciona la buena o mala fortuna (los dos escultores dela naturaleza para pulimento de la materia humana), lo podrían excluir del género humano y enviarlo al de las fieras.
Antonio Pérez
Creo que la felicidad sólo se encuentra al lado de una buena mujer; todo está en encontrarla.
Gustave Flaubert
No soy responsable de mis sentimientos sino de lo que hago con ellos.
Hugh Prather
Vosotros estáis en pleno goce de vuestros derechos: ved ahí el fruto de mis.
José Gervasio Artigas
Los buenos libros filosóficos son los que exponen con claridad lo que es oscuro en el mundo, y para todo el mundo.
Joseph Joubert
Cuando hay muchas luces, también las sombras son mayores.
Julio Iglesias
Nunca nos escapamos del todo del sistema de creencias adquirido en la infancia; tal vez desaparezca por un tiempo, pero siempre vuelve en épocas de necesidad para reclamar el alma que ha forjado.
Kate Morton
Quienes aceptan al mundo, es porque no se ocupan de él. Quienes se ocupan del mundo, no lo aceptan tal cual es.
Lao-Tse
Conseguir que te llegue a querer alguien que te desprecia o a quien le eres indiferente es bastante más difícil que tumbarlo a porrazos. Los hombres pegan por impotencia. Creen que pueden conseguir por la fuerza lo que no son capaces de conseguir con la ternura, con la inteligencia.
Rafael Chirbes
Ten paciencia, corazón, que es mejor, a lo que veo, deseo sin posesión que posesión sin deseo.
Ramón de Campoamor
El miedo a ser distinto es lo que inhibe a la gente y le impide buscar nuevas formas para resolver sus problemas.
Robert Kiyosaki
Es el trabajo del artista crear luz cuando el sol falla.
Romain Rolland
La adquisición de riquezas ha sido para muchos, no un fin, sino un mero cambio de sus desgracias.
Séneca