Benevolencia no quiere decir tolerancia de lo ruin, o conformidad con lo inepto, sino voluntad de bien.
Antonio Machado
La página abierta del libro de la vida es hermosa; pero es aún más bella la página cerrada con siete sellos.
Alfredo Panzini
Vergüenza es la mentira que dices cuando hablas de ti mismo.
Anaïs Nin
Ésta debe ser la última guerra; ésta debe ser la guerra por la paz.
Aparicio Saravia
El egoísmo no es el amor propio, sino una pasión desordenada por uno mismo.
Aristóteles
No sé sobre mi futuro. No sé nada sobre el mañana. Solo puedo controlar lo de hoy o el presente, ahora. No me gusta mucho pensar en el futuro, porque el presente es más importante para mi.
Ayumi Hamasaki
Antes, los cinco sentidos, estaban abiertos y, más temprano que en cualquier comienzo, esperaron, listos, por todos los que a sí mismos se llamaran mortales, para que de este modo ellos pudieran alabar, como yo hago, vida, eso que es la felicidad.
Czeslaw Milosz
La comunicación es normalmente un proceso doble: por un lado, alguien trata de enviar un mensaje; por otro, alguien trata de entenderlo.
Edward De Bono
Es tiempo de retirarse, es tiempo de dejar el puesto a hombres más hábiles y más honrados. Sería un crimen prolongar esta situación de innegable bancarrota moral, económica y política.
Emiliano Zapata
De madrugada mis pensamientos puros volaban como telegramas; y en las ventanas encendidas toda la noche el retrato de la muerte hizo esfuerzos desesperados para huir.
Joao Cabral de Melo
Y nosotros no debemos hablar cuando la luna brilla más blanca y despiadada que los huesos de los muertos. Sigue brillando, luna de verano.
Jorge Teillier
Un idioma que estuviese obligado a ajustarse a la gramática sería algo así como una naturaleza que estuviese obligada a ajustarse a la Historia natural.
Julio Camba
No quiero que me vendan sueños ajenos sino sencillamente que se me cumplan los míos.
Mario Benedetti
Si yo tuviera una hija, nunca la dejaría salir con Eddie Irvine.
Michael Schumacher
Llegaron en poderosos automóviles, jóvenes hijos de sus papás que nunca le trabajaron una hora a nadie y muchachitas que nunca han lavado una olla.
Salvador Allende
Vuelvo más avaro, más ambicioso, más sensual, aún más cruel y más inhumano, porque estuve entre los hombres.
Séneca