Virtud es la alegría que alivia el corazón más grave y desarruga el ceño de catón.
Antonio Machado
La fascinación por el teatro entró en mi alma gracias a tres acontecimientos que marcaron profundamente mi alma infantil: participé en el entierro de un bombero, vi un ataque epiléptico y escuché cantar al príncipe chino.
Alejandro Jodorowsky
Sólo lo que hemos invertido en nuestro carácter podemos llevar con nosotros.
Alexander von Humboldt
He visto cómo han caído civilizaciones enteras de las que sólo han quedado pequeñas muestras. Y he llegado a la conclusión de que nada que hagamos los humanos tiene importancia.
Andrés Segovia
La única utilidad inmediata de todas las ciencias es enseñaenos cómo controlar y regular acontecimientos por medio de sus causas.
David Hume
Conocía aquel carácter y se reconocía en él, el de los perpetuamente cabreados con el mundo, el de los que creían que la vida les debía algo y se revolvían ante la sangrante injusticia de que siempre les fuera negado.
Dolores Redondo
En el mundo moderno, la libertad es lo contrario de la realidad; pero es sin embargo su ideal.
Gilbert Keith Chesterton
No abandones tus sueños, o tus sueños perderán la confianza en ti.
John Wooden
En abril de 1939 comprendí que no habían ganado los míos. Ni los unos ni los otros eran los míos.
José Luis Sampedro
En la soledad no se encuentra más que lo que a la soledad se lleva.
Juan Ramón Jiménez
... la inevitabilidad y la apremiante necesidad de una ruptura completa y definitiva con las ideas de los demócratas.
Lenin
Te aman cuando estás en todas las portadas. Cuando no estás, entonces aman a otra persona.
Marilyn Manson
Tú que vendes tu vino por dinero, ¿qué podrás comprar con el dinero que sea mejor que la embriaguez del vino?
Omar Jayam
¿Cómo puede hacerle esto a Húmedo después de lo que acaba de pasar? -dijo Adora Belle-. ¿No acaba de salvar la situación?
Terry Pratchett
Sire -gritó el fiel servidor del más poderoso de los monarcas-, las desgracias han llegado al colmo; las bestias feroces, que no os respetarían más que a un asno muerto, han caído sobre vuestros camellos.
William Beckford
Para un arte como el mío -arte que combate en la frontera entre la vida y la muerte y que cuestiona lo que somos y lo que significa vivir y morir- (Japón) resultaba demasiado pequeño, demasiado servil, demasiado feudal y demasiado desdeñoso con las mujeres. Mi arte necesitaba una libertad más ilimitada y un mundo más amplio.
Yayoi Kusama