... e imaginé a otro hombre con las falanges rozando el suelo y respirando por medio de agallas eléctricas que le insuflaban aire en los pulmones muertos.
António Lobo Antunes
En mi corazón un remolino de ternuras ha dejado un haz de arenas azules.
Aída Cartagena Portalatín
Muchas excusas son siempre menos convincentes que una sola.
Aldous Huxley
Llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones; y ese mundo está creciendo en este instante.
Buenaventura Durruti
El espejo muestra muchas cosas: Cosas que fueron, cosas que son y cosas que aún están por llegar.
Cate Blanchett
Estoy muriendo, y aun la vida temo; témola con razón, pues tú me dejas; que no hay, sin ti, el vivir para que sea.
Garcilaso de la Vega
No me hagas venir mas a la mañana, nos mata esto.
Héctor Veira
Cuando la ciencia era joven y las complejidades del conocimiento estaban al alcance de una mente individual, tal vez no se necesitara dirección. El vagabundeo a ciegas por lo parajes inexplorados de la ignorancia podía conducir a maravillosos hallazgos accidentales.
Isaac Asimov
Todos llevamos un paisaje interior, de una época imprecisa, que reconocemos en otros lugares.
José Carlos Cataño
La vida de un hombre es lo que sus pensamientos hacen de ella.
Marco Aurelio
En mi opinión, la expansión de la libertad económica traerá en consecuencia mayores libertades políticas.
Milton Friedman
Amo el trozo de tierra que tú eres, porque de las praderas planetarias otra estrella no tengo. Tú repites la multiplicación del universo.
Pablo Neruda
Chupapollas con bigote que le hace la pelota al gran hijodeputa de las americas.
Pepe Rubianes
La clave para retener a clientes es la satisfacción de los clientes. Un cliente muy satisfecho se mantiene leal más tiempo, compra más, habla favorablemente acerca de la empresa y sus productos, presta menos atención a la competencia y es menos sensible al precio.
Philip Kotler
Pues no hay ninguna concepción en la mente humana que en un principio no haya sido engendrada en los órganos del sentido, total o parcialmente.
Thomas Hobbes
No hay ciencia que descubra los artificios de la mente por la apariencia del rostro.
William Shakespeare