Para llorar es necesario no tener miedo. Para llorar es necesario ser valiente.
Antonio Gala
¡Menos batallas contra el hambre, y dejad de hacer las políticas que lo producen!
Andrés Rábago García
Moisés ordenó que todos los comprendidos entre los veinte y los sesenta años de edad tomasen las armas para el servicio militar y que sólo del pueblo se formaran los ejércitos. Éstos no juraban por el jefe del ejército ni por el sumo pontífice, sino por la religión o por Dios;...
Baruch Spinoza
La mayor parte de los criminales suelen encontrarse en el círculo familiar más próximo.
Camilla Läckberg
Hay grandes viajeros que nunca han salido de su barrio y turistas que han recorrido el mundo sin por ello ser viajeros.
Fernando Sánchez Dragó
La ciudad de Nueva York es un gran monumento al poder del dinero y la codicia... Una carrera en pos de la renta.
Frank Lloyd Wright
Su personalidad es todo brillo y arista: Firmeza y luz, como cristal de roca, breves palabras que sintetizan su definición perfecta.
José Ingenieros
Educación es algo que reciben los más, que muchos transmiten y que pocos tienen.
Karl Kraus
Cada instrumento (o medio) debe adaptarse a la experiencia.
Leonardo da Vinci
La firmeza de carácter se hace estimar aun por el enemigo contra quienes se emplea que no puede menos que aplaudirla.
Lucas Alamán
Creo que la cualidad más importante que tengo es que cuando me escuchas en la radio, sabes que soy yo. Mi voz no se confunde con otras.
Luciano Pavarotti
La naturaleza no es muda, sino que somos nosotros los que estamos sordos.
Mario Alonso Puig
De la abundancia del corazón habla la lengua.
Miguel de Cervantes
Cuando alguien habla de lo rápido que olvidan los niños, lo rápido que perdonan, lo sensibles que son, dejo que me entre por un oído y me salga por el otro. Los niños son capaces de recordar, de sentir rencor y guardárselo y tratar a las personas que no les gustan con extrema frialdad.
Peter Hoeg
El futuro del mundo pende del aliento de los niños que van a la escuela.
Talmud
¡Dios! Tú ves mi miseria y sabrás ponerle fin.
Ugo Foscolo