El escritor, muchas veces, es como un caballo de carreras que ha perdido su jinete y ya no sabe por qué está corriendo ni dónde está la meta y, sin embargo, se le exige seguir corriendo aunque no sepa ni hacia dónde ni por qué razón.
Antonio Gala
Tales son las recompensas de las letras; tales son sus consuelos. Yo mismo, aun siguiendo de tan lejos a sus favorecidos adoradores, yo mismo he podido participar de sus beneficios, y saborearme con sus goces.
Andrés Bello
Una flor en la mano muere, apagando una estrella.
Antonio Porchia
Aquellos que toman la espada perecen por la espada, y los que no, mueren de enfermedades apestosas.
George Orwell
Por eso canto, canto, canto porque tienes tanto, tanto, tanto como un beso en flor. Tienes eso, eso, eso que me tiene preso, eso, eso, tienes todo eso, eso, eso que se llama amor...
Homero Expósito
Una cosa es continuar la historia y otra repetirla.
Jacinto Benavente
Jamás resuene en nuestros oídos la terrible palabra enemistad.
Jerónimo Usera
La música puede dar nombre a lo innombrable y comunicar lo desconocido.
Leonard Bernstein
El fútbol es la religión diseñada en el siglo XX más extendida del planeta.
Manuel Vázquez Montalbán
Y la compasión no es más que querer ver a los demás libres de sufrimiento, independientemente del sufrimiento previo que ellos pudieran habernos causado a nosotros. Sin rendir cuentas ni volver la vista atrás.
María Dueñas
Sobre las olas de la vida, en el vocerío del viento y del agua, el pensamiento del poeta está siempre flotando y bailando.
Rabindranath Tagore
La materia es dura, la materia es indestructible. Por lo tanto, la materia es incomprensiva, la materia es cruel.
Roque Dalton
Antes de yo conocerte soñaba que me amarías; ¡quién presta oído a los sueños, quién de los sueños se fía!
Salvador Rueda
Si una persona me hace enfadar, yo hago enfadar a esa persona.
Tom Sizemore
La mayoría de hombres ricos viven en constante inquietud por no saber sacar de la riqueza nada más que indigestiones.
Wallace Stevens
Leer, leer, leer todo, clásicos, desconocidos, buenos, malos, ver cómo escriben, leer y absorberlo. Luego escriba. Si es bueno lo conservas, sino lo tiras por la ventana.
William Faulkner