Soy enemigo del sufragio universal; pero su manejo práctico no me asusta.
Antonio Cánovas del Castillo
Con arte se quebrantan los corazones duros, tómanse las ciudades, derribanse los muros, caen las torres altas, álzanse pesos duros; por arte juran muchos, por arte son perjuros.
Arcipreste de Hita
La indignación es, en primer lugar, de índolemoral. Esto significa que no se trata de brindar ayuda a alguien, sino de imponer una pretensión de la cual el indignado se considera y se siente ejecutor.
Bert Hellinger
Cuando hayas alcanzado tu propia habitación, sé amable con los que han escogido puertas distintas y con aquéllos que aún están en el pasillo. Si están equivocados, necesitan tus oraciones; y si son tus enemigos, estás bajo órdenes para rezar por ellos. Es una de las normas comunes a toda la casa.
C. S. Lewis
La muerte es dulce; pero su antesala, cruel.
Camilo José Cela
Suspendí mi educación cuando tuve que ir al colegio.
George Bernard Shaw
En las guerras de Independencia, la fe es lo primero, pero la acción es lo que hace útil la fe. Sin ella, esta virtud no vale nada.
Ignacio Manuel Altamirano
La mujer en el paraíso perdido, mordió el fruto del árbol de la ciencia diez minutos antes que el hombre; y ha mantenido después siempre estos diez minutos de ventaja.
Jean-Baptiste Alphonse Karr
Cuán mezquinas y cuán menospreciables son las palabras de nuestros filósofos con todas sus contradicciones, comparadas con las Escrituras. ¿Es posible que un libro a la vez tan sencillo y tan sublime sea simple palabra de humanos?
Jean-Jacques Rousseau
Una amistad delicadamente cincelada, cuidada como se cuida una obra de arte, es la cima del universo.
José Ortega y Gasset
Los enemigos son tan estimulantes.
Katharine Hepburn
Torpe cosa hablar de un modo y sentir de otro. ¡Cuánto más torpe será escribir una cosa y pensar otra!
Séneca
Todos los dolores que nos alejan son dolores perdidos.
Simone Weil
El cuidado y la diligencia traen suerte.
Thomas Fuller
Mejor es dejar de acusar al malvado que absolverle.
Tito Livio
Quieres que me marchite. ¡Y tengo tantas ganas de vivir y florecer!
William Heinesen