La felicidad no existe. Lo único que existe es el deseo de ser feliz.
Antón Chéjov
En realidad, todos somos invencibles, porque somos capaces de dejar de lado cualquier zapato apestoso. Podemos procurar que un ataque no nos afecte. Con ello habremos llegado al grado máximo en el arte de la autodefensa, comparable al cinturón negro, a la capacidad de mantener un ataque a distancia.
Barbara Berckhan
El verdadero dolor es recatado.
Friedrich Hebbel
En realidad, entre la religión y la verdadera ciencia no existe parentesco, ni amistad, ni siquiera enemistad: viven en esferas distintas.
Friedrich Nietzsche
Sexo: lo que ocupa la menor cantidad de tiempo y causa la mayor cantidad de problemas.
John Barrymore
Soy un cabrón simpático.
John Benjamin Toshack
El punto es, que soy raro, pero nunca me sentí raro.
John Frusciante
Por más negra que sea la noche humana, el mejor líder de la historia nos sedujo a confiar en su regreso, y esa convicción ha motivado a pueblos, familias e individuos a través de distintas etapas oscuras de la historia humana.
Lucas Leys
El gobierno antiguo nos había condenado a vegetar en la oscuridad y abatimiento, pero como la naturaleza nos ha criado para grandes cosas, hemos empezado a obrarlas, limpiando el terreno de tanto mandón ignorante.
Mariano Moreno
Porque si bien vuestros labios quizá hablen el mismo idioma, vuestros corazones no.
Patrick Rothfuss
Puede buscar un científico, que sabe lo que está buscando. Pero el creador no puede buscar algo que no conoce.
Pérez Celis
Nunca he tenido intención de ser un emprendedor.
Richard Branson
Cuando las personas que amamos nos son arrebatadas la mejor manera de mantenerlas con vida es no dejar de amarlas. Los edificios se incendian, la gente muere pero el amor verdadero es para siempre.
Rochelle Davis
En todo aquello que nos provoca una auténtica y pura sensación de lo bello existe realmente presencia de Dios. Hay como una especie de encarnación de Dios en el mundo, cuya marca es la belleza.
Simone Weil
Dice Shakespeare que nosotros somos unas criaturas que miran antes y después de sí, siendo lo más sorprendente que no miremos un poco en torno nuestro y contemplemos qué es lo que está pasando ante nuestros propios ojos.
Thomas Carlyle
El pensamiento lúcido requiere más valor que inteligencia.
Thomas Szasz