Aquel que quiere viajar feliz, debe viajar ligero.
Antoine de Saint-Exupéry
Antes de castigar a un niño, pregúntate si no serás tú la causa de su problema.
Anónimo
El sexo es una democracia: goza tanto el que está arriba como el que está abajo.
Lo que llamo elucidación es el trabajo por el cual los hombres intentan pensar lo que hacen y saber lo que piensan.
Castoriadis
No me verás arrodillado.
Fito Páez
Dadnos lo superfluo de la vida y no haremos caso de sus necesidades.
John Lothrop Motley
Todas las mañanas la gacela se despierta sabiendo que tiene que correr más veloz que el león o morirá. Todas las mañanas el león se despierta sabiendo que debe correr más rápido que la gacela o morirá de hambre. No importa si eres un león o una gacela: cuando el sol despunta lo mejor es empezar a correr.
Mia Couto
Una cabeza bien formada será siempre mejor y preferible a una cabeza muy llena.
Michel de Montaigne
La belleza del rostro es frágil, es una flor pasajera, pero la belleza del alma es firme y segura.
Molière
Quizás es un signo de locura, quizás es tu conciencia el nudo de la vida, en el cual nos reconocen y lanzan a la existencia...
Ósip Mandelshtam
Y no creáis que los zapatos en la vida en el campo de concentración, sean un factor sin importancia. La muerte empieza por los zapatos: se han convertido, para la mayoría de nosotros, en auténticos instrumentos de tortura que, después de las largas horas de marcha, ocasionan dolorosas heridas las cuales fatalmente se infectan.
Primo Levi
Podremos alzarnos sobre nuestra ignorancia, podremos descubrirnos como criaturas de perfección, inteligencia y habilidad. ¡Podremos ser libres! ¡Podremos aprender a volar!
Richard Bach
No se debe adquirir el amigo en la mesa.
Séneca
Las imágenes, más que las palabras, proporcionan ayudas sucintas para la memoria.
Tony Buzan
El pesimista se queja del viento; el optimista espera que cambie; el realista ajusta las velas.
William George Ward
Entonces un suspiro recorrió la creación y el pez volvió a sus aguas y los animales a sus prados y los muertos a sus cuevas en las tinieblas.
William Heinesen