¿Tiene mayor mérito sufrir los tormentos de la mente o con tronante cañón combatir el agitado piélago y poner fin en lo futuro a toda lucha...?
Anthony Burgess
Para castigarme por mi desacato a la autoridad, el destino me hizo a mí mismo autoridad.
Albert Einstein
La cólera se transforma muy fácilmente en concupiscencia agresiva y la pena, si se la da una oportunidad, se convierte, de modo casi imperceptible, en la sensualidad más deliciosa.
Aldous Huxley
Si deseas ver blanco y negro lee un solo libro.
Alex Pimentel
No hay que gobernar según lo que diga la prensa ni la opinión pública. O al menos, no solo en base a eso.
Ángeles González-Sinde
Sólo los pobres saben que son pobres.
Antonio Buero Vallejo
La apuesta por la transformación política encuentra su mayor aliado en el campo de lo cultural. Si no se da la batalla cultural se puede perder la batalla política.
Carlos Monsiváis
Ha llegado la hora de la mujer que piensa, juzga, rechaza o acepta, y ha muerto la hora de la mujer que asiste, atada e impotente, a la caprichosa elaboración política de los destinos de su país.
Eva Perón
Para progresar no basta actuar, hay que saber en qué sentido actuar.
Gustave Le Bon
Al mismo tiempo que mejora la organización de los mercados de inversión, aumentan, sin embargo, los riesgos del predominio de la especulación. Los especuladores podrían no resultar perjudiciales si fueran como burbujas dentro de una corriente empresarial estable; lo grave se produce cuando es la empresa la que se convierte en una burbuja en medio del desorden especulativo.
John Maynard Keynes
Nuestro mundo necesita menos organismos mundiales, que sirven más a las cadenas hoteleras, y más humanidad y ciencia.
José Mujica
Colega calma tu cólera o te dolerá
Kase.O
Las cosas sólo se pueden entender correctamente cuando se capta su espíritu mismo con pureza, lejos de las palabras e imágenes que las representan.
Kenzaburo Oe
Los crímenes colectivos no comprometen a nadie.
Marlene Dietrich
La escritura es el movimiento más erótico de la mano.
Xhelazz
No hay hoja que se mueva. Temor reverencial, en la arboleda de verano.
Yosa Buson