El hombre desordenado pierde siempre un solo guante.
Anónimo
Todo va a cambiar. No, todo ha cambiado ya.
Charles Cornwallis
Un día, me fallo quien menos imaginaba y entendí que las palabras hay que cumplirlas y de los actos hay que hacerse cargo.
Dolores Ibárruri
En la práctica, debido a la deslocalización, la riqueza se está transfiriendo desde el occidentecristiano hacia el oriente no cristianizado.
Eric Frattini
No escribo piezas disonantes para ser moderno. Absolutamente no. La forma en que escribo es una consecuencia cósmica de los estudios que he realizado.
Heitor Villa Lobos
La literatura no es apta para ingenios ingenuos, es decir, para personas cuyos conocimientos racionales están determinados y limitados por sus creencias irracionales.
Jesús G. Maestro
Cuando la burguesía - particularmente sus capas más reaccionarias- no pueden seguir dominando por procedimientos democráticos, apela a los métodos de la dominación fascista.
José Díaz Ramos
¡Soltero soy, vive Dios!
Juan Ruiz de Alarcón
Si viviera otra vez, quisiera que la vida fuera como ha sido hasta hoy, sólo que abriría un poco más los ojos.
Jules Renard
Soldados del Quinto, ustedes me reconocen. Si algún hombre quiere disparar sobre su emperador, puede hacerlo ahora.
Marlene Dietrich
Hermana Eloísa, la dialéctica me ha hecho odioso al mundo.
Pedro Abelardo
Jamás seré técnico de fútbol. Sé que ser entrenador es complicado y no deseo complicarme la vida con eso, además no puedo aspirar a tener una carrera como la que tuve como jugador, eso es inalcanzable.
Pelé
La diferencia que hay entre una democracia y una democracia popular es la misma que existe entre una camisa y una camisa de fuerza.
Ronald Reagan
Tanto están obligados los bizkainos a hablar su lengua nacional, como a no enseñársela a los maketos o españoles. No el hablar éste o el otro idioma, sino la diferencia del lenguaje es el gran medio de preservarnos del contacto con los españoles y evitar así el cruzamiento de las dos razas.
Sabino Arana
Los infortunios de la vida enseñan al hombre a callar.
Séneca
No me interesan las ideas sólo los hombres.
William Faulkner