La ignorancia de la ley no es excusa para nadie.
Anónimo
He visto a las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura.
Allen Ginsberg
La única manera de conocer realmente a un escritor es a través del rastro de tinta que va dejando, que la persona que uno cree ver no es más que un personaje hueco y que la verdad se esconde siempre en la ficción.
Carlos Ruiz Zafón
En el agua quemante el sol refleja la mano de cenit.
César Moro
La prosperidad no existe sin temores ni disgustos, ni la adversidad sin consuelos y esperanzas.
Francis Bacon
Un padre de familia nunca es un padre de familia. Un asesino no es de hecho un asesino. Juegan, ¿comprendes?
Jean-Paul Sartre
Nuestra visión es un mundo centrado en el cliente.
Jeff Bezos
El sentimiento de salud produce salud; el sentimiento de prosperidad produce prosperidad.
Joseph Murphy
Sé lo que deseo: ser como Diana: fuerte, sexy, genial, especial.
Kristen Wiig
Supongo que nos dan más morbo las cosas malas, las imágenes de violencia. Nos hacen sentir seguros en nuestras casas y cómodos en nuestras vidas, o nos hunden en la miseria y nos reafirman en nuestra creencia de que el mundo es una mierda.
Laura Gallego García
Sé el cambio que quieras ver en el mundo.
Mahatma Gandhi
En todos los tiempos, y probablemente en todas las culturas, la sexualidad ha sido integrada a un sistema de coacción; pero sólo en la nuestra, y desde fecha relativamente reciente, ha sido repartida de manera así de rigurosa entre la Razón y la Sinrazón, y, bien pronto, por vía de consecuencia y de degradación, entre la salud y la enfermedad, entre lo normal y lo anormal.
Michel Foucault
Pueblo miserable, yo os compadezco; ¡algún día tendréis más dignidad!
Policarpa Salavarrieta
Únicamente con la aceptación, los conflictos empezarán a transformarse. El rechazo se disolverá y dejará de atraparte. Si realizas una tarea con amor, cualquiera que sea, ésta dejará de convertirse en una carga para ser una bendición.
Raimon Samsó
¡Levántate! No seas más una mentira viviente.
William Ernest Henley
Más quiero ser devorado por la herrumbre que morir consumido por un continuo movimiento.
William Shakespeare