Mucha gente deseosa de alcanzar la inmortalidad no sabe qué hacer en una tarde lluviosa de domingo.
Anónimo
Escribir es siempre muy difícil, sobre todo hacerlo de forma aparentemente sencilla.
Ana María Matute
La vista del borracho es la mejor lección de sobriedad.
Anacarsis
Si por las noches, ya no puedo dormir, son tus besos, que nunca olvidare.
Andrés Calamaro
A mí que me den lo que sea -poco o mucho- pero que no me den muchas explicaciones. En las explicaciones está lo superfluo y la pura dispendiosa pérdida.
Cualquiera que ha sido acostumbrado a cuidar de la vida de cualquier criatura viviente tiene una posibilidad insignificante de arribar a la idea de que la vida humana es despreciable.
Charles M. Schwab
Amar y mantener la cordura al mismo tiempo es un privilegio otorgado sólo a Júpiter.
Décimo Laberio
Todo el que tiene una ocupación tiene una oportunidad.
Elbert Hubbard
Cuando estés de noche en tu habitación, aun cuando tengas las puertas y las ventanas cerradas y apagada la luz, no digas que estás solo: nunca se está solo.
Epicteto
El amor propio es el mayor de los aduladores.
François de La Rochefoucauld
Es necesario anticipar un cierto grado de fracaso.
Jeff Bezos
Se pelea mientras hay por qué, ya que puso la naturaleza la necesidad justicia en unas almas, y en otras la de desconocerla y ofenderla. Mientras la justicia no está conseguida, se pelea.
José Martí
Los campesinos tienen real necesidad de cooperativas, sobre todo de cooperativas de consumo, de compra y de crédito. Cuando compran articulos, los explotan los comerciantes; cuando venden sus productos agrícolas, los estafan los comerciantes; cuando piden dinero o arroz prestado, los explotan los usureros.
Mao Zedong
España, evangelizadora de la mitad del orbe; España, martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, cuna de San Ignacio, esa es nuestra grandeza y nuestra unidad... No tenemos otra.
Marcelino Menéndez Pelayo
El hombre blanco sabe como hacer cosas... pero no sabe como distribuirlas.
Toro Sentado
Una vida cuyo último y único sentido consistiera en superarla o sucumbir, una vida, por tanto, cuyo sentido dependiera, en última instancia, de la casualidad no merecería en absoluto la pena de ser vivida.
Viktor Frankl