Fe: Yo te quiero porque te creo y no porque te entiendo.
Anónimo
En mi corazón un remolino de ternuras ha dejado un haz de arenas azules.
Aída Cartagena Portalatín
Ni por perder una parte se ha de aventurar el todo.
Alonso de Barros
Se puede dejar de correr, o dejar de entrar en juego durante largos minutos; lo único que no se puede dejar de hacer es de pensar.
César Luis Menotti
No es verdaderamente valiente aquel hombre que teme ya parecer, ya ser, cuando le cuadra, cobarde.
Edgar Allan Poe
Si yo anunciara mi patrimonio, la gente diría: ¡anda!, si decían que era rica, y no es para tanto.
Esperanza Aguirre
Ese Blas Piñar es demasiado exaltado, aunque necesario para otros menesteres.
Francisco Franco
La materia puede cualquiera verla ante si; la substancia sólo la descubre el que tiene algo que añadir; la forma es un secreto para casi todos.
Goethe
Pero soy voraz con la vida. Hago demasiado de todo durante todo el tiempo. De repente, un día me fallará el corazón. El Cangrejo de Hierro me llevará como se llevó a mi padre. Pero yo no le tengo miedo al cangrejo. Al menos habré muerto de una enfermedad honorable. Tal vez, en mi lápida, inscriban: Este hombre murió a fuerza de vivir demasiado.
Ian Fleming
Algunos sueños de la adolescencia, quizá todos, están destinados a no cumplirse.
Joaquín Berges
Ilusiones. El calmante universal.
John Verdon
De todos los caminos que conducen a la fortuna, los dos más seguros son la constancia y el trabajo.
Marie Roch Louis Reybaud
Cuanto más amamos a alguien menos conviene halagarle.
Molière
La verdadera riqueza está en el corazón, no en la cartera.
Og Mandino
Si usted ve un árbol de color azul, hágalo de color azul.
Paul Gauguin
La vida termina, pero no el amor.
Stanisław Lem