Mis amigos me desprecian porque me ven abatido; todo el mundo corta leña del árbol que está caído.
Anónimo
La muerte os espera en todas partes; pero, si sois prudentes, en todas partes la esperáis vosotros.
Bernardo de Claraval
El tiempo es como el viento, arrastra lo liviano y deja lo que pesa.
Doménico Cieri Estrada
Amar es vivir en aquellos que se ama.
Eliphas Lévi
No quisiera que la vida imitara al arte. Quisiera que la vida fuera arte.
Ernst Fischer
Recuerdo perfectamente el instante en que me quedé dormido. Como si un simio gigante gris entrara de repente en la habitación con un martillo en las manos y me golpeara con todas sus fuerzas en la parte posterior de la cabeza.
Haruki Murakami
Nada importa, en la historia, el valor abstracto de una idea. Lo que importa es su valor concreto.
José Carlos Mariátegui
Buscamos la solidaridad no como un fin sino como un medio encaminado a lograr que nuestra América cumpla su misión universal.
José Martí
¿Principios? Los principios no son suficientes. Son solo vestidos, trapos que vuelan a la primera sacudida.
Joseph Conrad
Los poetas son como los proverbios: siempre se encuentra uno que está en contradicción con el otro.
Julio Verne
Pero la crítica seria sólo puede, en definitiva, fortalecer al socialismo y contribuir a su desarrollo.
Santiago Carrillo
El verdadero valor no es llamar a la muerte, sino luchar contra el infortunio.
Séneca
Después de todo, el sueño es la prefiguración de la muerte.
Silvina Ocampo
Preferiría romperme un brazo jugando a Paracaidistas del Infierno que tener que llamar a mis viejos desde el cuartelillo. De hecho, antes preferiría romperme los dos brazos y pillármela con la bragueta. Bueno, eso último tal vez no.
Stephen King
Allí donde el agua alcanza su mayor profundidad, se mantiene más en calma.
William Shakespeare
La experiencia me enseñó que era imposible afianzar a los laicos en la verdad, a menos que se les presentara con claridad la Escritura en su lengua materna para que pudieran percibir la esencia, el orden y el significado del texto.
William Tyndale