Un mal pequeño es un gran bien.
Anónimo
El exceso de imaginación o de pensamiento racional pueden ser igualmente peligrosos. Esas dos fuerzas tiran hacia lados opuestos y, sin embargo, hay que mantenerlas en armonía.
Alexander Alekhine
Los Acuerdos de Paz son nuestro legado a las nuevas generaciones. Los ponemos en manos del pueblo de Guatemala para que los levanten como bandera de lucha a favor del bien común, la conciliación nacional, la democracia y la paz.
Álvaro Arzú Irigoyen
La moda que se adelanta diez años a su época es indecente; diez años después de ésta resulta horrorosa; un siglo después se convierte en romántica.
Todas las cosas son imposibles, mientras lo parecen.
Concepción Arenal
De tantas amenazas ofendidos, ya con rabia y furor llegan a asirse, con piernas y con brazos atrevidos, queriendo en fiera lucha preferirse; ya con desnudas manos desasidos, con tanta prisa llegan a herirse, que no el granizo de la nube espesa con tanta furia baja y tanta priesa.
Estacio
El hombre es el animal más enfermizo por ser el más desviado de sus instintos.
Friedrich Nietzsche
No me gusta el juego de Tal, porque Botvínnik considera que no se puede ganar jugando como lo hace él, porque el ajedrez tiene sus leyes.
Garri Kaspárov
El proletariado es una contradicción interna del capitalismo; se gestó en el vientre del capitalismo.
José Pablo Feinmann
Las armas requieren espíritu como las letras.
Miguel de Cervantes
Lo que nos permite sobrevivir como especie no es la inteligencia ni la fuerza, sino nuestra capacidad de adaptación.
Natalia Gómez Del Pozuelo
Tu semblante augura castidad y salud; bien dicen, Asunción, que la hermosura es casi una virtud.
Ramón de Campoamor
Uno no está donde el cuerpo, sino donde más lo extrañan, y aquí se te extraña tanto, que sigues aquí
Ricardo Arjona
La pluma puede llegar a ser más cruel que la espada.
Robert Burton
Al parecer cuando compré el cartel de cerrado, malgasté mi dinero.
Robert Carlyle
El castigo de los delincuentes debería ser de alguna utilidad; cuando un hombre es colgado ya no es bueno para nada.
Voltaire