Los holgazanes saben siempre la hora que es.
Anónimo
Soy consciente que a la hora de emisión de mi programa solo puede ser visto por un puñado de politoxicómanos insomnes.
Antonio Gasset
¿Qué sentido tiene, expuestos como estamos a tan gran número de males, echarse encima voluntariamente otro más, como si no tuviéramos bastante?
Erasmo de Róterdam
He colaborado con más de 300 pilotos en mi carrera, pero ninguno me impresionó como Alonso.
Fernando Alonso
¿A quién confiar un secreto? A un mentiroso o a un mudo. Éste no habla y aquél no es cretino.
Filippo Pananti
Sabed que los que llamamos malvados no son hombres incapaces de hacer el bien; por el contrario, ellos hacen el bien o el mal indiferentemente, con tal que pueda servir a sus proyectos ambiciosos.
François Fénelon
En la que más me prohíban.
Joan Manuel Serrat
Comiénzase a sentir ahora que el periodismo es para Europa lo que la oratoria política fue para Atenas y Roma, y que, para que llegara a ser lo que debe, habla de ser manejado por la misma clase de hombres.
John Stuart Mill
El ritmo se produce por cadencias, como la armonía por sonidos. Eran cadencias y no sonidos, ritmos y no armonía, lo que los acentos y la medida de las sílabas largas o breves producían en las lenguas de los griegos y latinos.
Joseph Joubert
Hoy en día existe la esclavitud en el sentido social, físico, moral e intelectual.
Karl Marx
Pedir que este Gobierno concluya una paz democrática equivale a predicar virtud al explotador de un burdel.
Lenin
La paciencia es el arte de confiar.
Luc de Clapiers
Fújur se esforzó desesperadamente por encontrar otra vez el lugar en que Atreyu debía de haber caído al agua, pero hasta para un dragón blanco de la suerte es imposible descubrir en la espuma hirviente de un mar revuelto el puntito diminuto de un cuerpo que flota... O el de un ahogado en su fondo.
Michael Ende
Todos los héroes acaban por hacerse muy fastidiosos.
Ralph Waldo Emerson
Manos callosas manos honrosas.
Rubén Darío
No imagino la poesía sin los seres que nos acompañan en la vida: los animales, las plantas... E incluso las piedras.
Wislawa Szymborska