Un pájaro posado en un árbol nunca tiene miedo a que la rama se rompa, porque su confianza no está en la rama, sino en sus propias alas.
Anónimo
Una mente bien informada, solía decir, es la mejor seguridad contra el contagio de la locura y del vicio. La mente no ocupada está pendiente de encontrar algo, y preparada para caer en el error, para escapar de lo que la rodea. Hay que llenarla con ideas, enseñándole el placer de pensar. Así las tentaciones del mundo exterior se verán contrarrestadas por el consuelo derivado del mundo interior.
Ann Radcliffe
Las torpezas de la juventud son preferibles a los aciertos de la vejez.
Benjamin Disraeli
Tu cuerpo expulsa más toxinas con la respiración que de cualquier otra manera.
Cary-Hiroyuki Tagawa
A veces por la pérdida de una batalla, has de encontrar una nueva manera de ganar la guerra.
Donald Trump
No es que quisiera ser actor de cine, es que quería ser Clark Gable. Esto es lo que quería, y no nada más puro o más profundo.
Fernando Fernán Gómez
Yo soy mi mejor portavoz.
Florentino Pérez
La confianza... Prospera en la honestidad, el honor, en el carácter sagrado de las obligaciones, sobre la protección y la fidelidad desinteresada en el rendimiento. Sin ellos no puede vivir.
Franklin D. Roosevelt
¿A quién va usted a creer, a mí o a sus propios ojos?
Groucho Marx
No tengo miedo de hacer cambios, destruir la imagen, etc. Porque la pintura tiene vida propia.
Jackson Pollock
¿Quieres bajo la tierra? Bajo la tierra quiero porque hacia donde corras quiere correr mi cuerpo. Ardo desde allí abajoy alumbro tus recuerdos.
Miguel Hernández
La poesía es a la vez un escondrijo y un altavoz.
Nadine Gordimer
Ser el más grande del mundo en cualquier cosa, aunque sea en escupido en distancia, implica una grave, pesada y sofocante responsabilidad.
Nelson Rodrigues
La generosidad no es más que la piedad de los espíritus nobles.
Nicolas Chamfort
Morir no me gusta para nada. Es la última cosa que haré.
Roberto Benigni
El Sur está cansado de arrastrar muertos a la orilla de las ciénagas de malaria, está cansado de soledad, cansado de cadenas, está cansado en su boca de las blasfemias de todas las razas que han gritado muerte con el eco de sus pozos, que han bebido la sangre de su corazón.
Salvatore Quasimodo