La Ilusión despierta el empeño y solamente la paciencia lo termina.
Anónimo
Solo soy una más de todas las chicas que besas.
Amy Winehouse
De pronto te encontré y el espíritu dentro de mí canción, no hay que mirar muy allá, tú eres el alma de muchas cosas.
Bob Dylan
Un hombre inculto puede lograr éxitos escribiendo para el Teatro; un hombre culto, también, pero a condición de que sepa olvidarse de su cultura.
Enrique Jardiel Poncela
La sociedad es el conjunto de servicios que los hombres prestan por la fuerza o voluntariamente los unos a los otros, es decir, servicios públicos y servicios privados.
Frédéric Bastiat
Marx era, ante todo, un revolucionario.
Friedrich Engels
Al escribir una frase no sabríamos prever lo que más tarde, al releerla, encontraríamos de ella al releerla.
Jean Rostand
Nuestro sueño, cuando lo seguimos, es el mejor pronosticador de nuestro futuro.
John Maxwell
Se habla mucho del derecho a la vida, pero no de lo importante que es el deber de vivirla.
José Luis Sampedro
En un mundo de libre comercio y democracia, no hay incentivo para la guerra y la conquista.
Ludwig von Mises
Hay determinadas cuestiones, que aún conociendolas, no las conozco...
Magdalena Álvarez
Ya que su serenísima majestad y sus altezas exigen de mí una respuesta sencilla, clara y precisa, voy a darla, y es ésta: Yo no puedo someter mi fe ni al papa ni a los concilios, porque es tan claro como la luz del día que ellos han caído muchas veces en el error así como en muchas contradicciones consigo mismos.
Martín Lutero
El espíritu de venganza y los supersticiosos cultos del rebaño destruyeron las mejores inteligencias de la raza, y durmieron al resto con costumbres y principios tan dañinos que las fuentes vitales de la sensibilidad y la adaptabilidad de las que depende todo progreso fueron ahogadas para siempre.
Olaf Stapledon
Lo que necesitamos es utilizar lo que tenemos.
Susan Sontag
Los hombres nunca hacen el mal de forma tan completa y entusiasta como cuando lo hacen por convencimiento religioso.
Umberto Eco
La soledad es un consuelo para un alma entristecida, que aborrece a los que la rodean igual que un ciervo herido abandona su rebaño, para refugiarse en una cueva en la que sonará o morirá
Yibrán Jalil Yibrán