Cuantas más sean, mejor;
Anónimo
Amad lo que nunca volveréis a ver.
Alfred de Vigny
No es ningún misterio que algunos filósofos influyentes estaban mentalmente enfermos.
Alfred Korzybski
A lo mejor el ojo sí que es como una ventana al alma.
Brit Marling
Cuando cometo alguna tropelía siempre encuentro algún idiota dispuesto a justificarlo en Derecho.
Federico II
Los intereses de la humanidad reclamaban el cese de la anarquía en la producción, el derroche, las crisis económicas y las guerras de rapiña propias del sistema capitalista. Las crecientes necesidades del género humano y la posibilidad de satisfacerlas, exigían el desarrollo planificado de la economía y la utilización racional de sus medios de producción y recursos naturales.
Fidel Castro
La juventud viene sólo una vez en la vida.
Henry Wadsworth Longfellow
El desayuno es la única comida del día que tiendo a ver con el mismo tipo de reverencia tradicional como la que la mayoría de la gente asocia con el almuerzo y la cena.
Hunter S. Thompson
Millones y millones de años y todavía no tengo suficiente tiempo para describir ese pequeño instante de eternidad en que colocas tus brazos alrededor mío y yo coloco mis brazos alrededor tuyo.
Jacques Prévert
Es muy difícil hacer bella la felicidad. Una felicidad que sólo es ausencia de desdicha es cosa fea.
Jean Cocteau
Si tomas un libro de mil páginas sobre la Segunda Guerra Mundial, en la que murieron 50 millones de personas, los campos de concentración ocupan dos páginas y las cámaras de gas diez o quince líneas, y eso es lo que llamamos un detalle.
Jean-Marie Le Pen
La política de De La Sota es tan pendular que pasó de un menemismo ortodoxo al kirchnerismo bobo en un solo acto.
Luis Juez
El hombre que propone una idea nueva es un chiflado, hasta que se comprueba que la idea era excelente.
Mark Twain
Las novelas negras son tan populares porque hay casos de corrupción similares en todas partes.
Qiu Xiaolong
Ninguno es de otro menospreciado, si no lo es antes de sí.
Séneca
Ciertas personas son malas únicamente por necesidad de hablar. Su palabra, conversación en los salones, en la antecámara, son como esas chimeneas que consumen pronto las leñas; no necesitan mucho combustible; y el combustible es el prójimo.
Victor Hugo