El secreto, mientras lo guardas, es tu esclavo; si lo publicas es tu señor.
Anónimo
Ganar dinero no debe ser considerado pecado.
Cristina Fernández De Kirchner
El amor genuino aumenta la capacidad de amar y de dar a los demás. El verdadero amante, en su amor a una persona especifica, ama a todo el mundo.
Erich Fromm
Que es hacer de la ciencia vano alarde dar el consejo cuando llega tarde.
Félix María de Samaniego
Alemania ha declarado la guerra a Rusia - por la tarde clase de natación.
Franz Kafka
Yo sí creo que Dios existe, pero que no tiene nada que ver con los seres humanos. Anda en cosas mucho más grandes.
Gabriel García Márquez
La belleza es en la mujer lo que el dinero en el hombre: una fuerza.
Georges Clemenceau
Se trata de elevar a un pueblo a la alta dignidad del hombre libre, de consagrarle sus más importantes derechos, combatiendo legalmente por la práctica de sus instituciones, que formuladas en un código, son sin embargo, desconocidas y holladas por los malos mandatarios...
Leandro Alem
Para los animales basta comer, jugar y dormir. Sería un gran logro si los seres humanos también pudiesen disfrutar con un alimento nutritivo, un simple paseo diario y un sueño reparador.
Masanobu Fukuoka
A veces, las cosas más sencillas y normales podían convertirse en acontecimientos extraordinarios, simplemente si las llevaban a cabo las personas adecuadas.
Nicholas Sparks
Somos todos Griegos. Nuestras leyes, nuestra literatura, nuestra religión, nuestros artes tienen su raíz en Grecia.
Percy Bysshe Shelley
He comenzado muchas canciones en una servilleta, sentado frente a una taza de café.
Ricardo Arjona
Los productores son cretinos, nunca se arriesgan y sólo copian a los que tienen éxito.
Rob Schneider
Necesito a la física más que a los amigos.
Robert Oppenheimer
No renuncies a tu miedo, pero tampoco te entregues a él. Conserva la calma e intenta razonar. Te sorprenderá la cantidad de veces que este sistema funciona.
Stephen King
El viejo Dios creó a los hombres del ayer lejano, es decir, a un humano que poseía la facultad de errar, de modo que el que erró fue el mismísimo Dios. La tabla pitagórica es más sabia y más absoluta que el viejo Dios, pues jamás se equivoca, jamás yerra.
Yevgueni Zamiatin