Tan bueno, que no vale para nada.
Anónimo
Desde el punto de vista de la gestión, es muy importante saber cómo dar rienda suelta a la creatividad innata de la gente.
Akio Morita
Si has de casarte, cásate por los oídos y no por los ojos.
No había podido decidir entonces qué instintos debían reprimirse y qué parte de su yo debía sacrificar a la sociedad en la que se disponía a entrar.
August Strindberg
No hay otra educación como la adversidad.
Benjamin Disraeli
Creo que se puede hacer a través de la risa una reflexión profunda. Es el poder de síntesis que a mí me apasiona del humor gráfico, el poder de resolución que tiene, de plantear una solución, y además que sea simpática.
Caloi
Si reprocháis al amigo sus defectos o sus vicios, corréis el riesgo de pelearos con él; si le hacéis presente su ridiculez, podéis tener la seguridad de que no lo perdonará jamás.
Edme-Pierre Beauchêne
El padre que compite contra su hijo, pierde un minuto por vuelta.
Enzo Ferrari
No es verdadera ni buena aquella ley que no tiene por madre a la Sabiduría y por padre al intelectoracional.
Giordano Bruno
Aquélla, pensó Harry, era seguramente la manera ideal de viajar: pasando copos de nubes que parecían de nieve, en un coche inundado de luz solar cálida y luminosa, con una gran bolsa de caramelos en la guantera...
J. K. Rowling
¿Acaso hay alguien que necesite irrumpir en el desolado desván del cumplimiento?
Julian Barnes
El universo es asimétrico y estoy convencido de que la vida es un resultado directo de la asimetría del universo, o de sus consecuencias indirectas.
Louis Pasteur
Una persona natural puede lograr una dieta correcta porque su instinto esté trabajando en un orden idóneo. Está satisfecho con la comida sencilla: es nutritiva, sabe bien y además es una útil medicina diaria. La alimentación y el espíritu humano están unidos.
Masanobu Fukuoka
La pobreza iguala las diferencias sociales.
Pedro Muñoz Seca
La música es el lenguaje que me permite comunicarme con el más allá.
Robert Schuman
Ninguna esperanza queda de virtud, cuando no solamente deleitan los vicios, sino que se aprueban.
Séneca