El amor es lo único que somos capaces de percibir que trasciende las dimensiones del tiempo y del espacio.
Anne Hathaway
Su falda semejante a viento azul que llega como una promesa concedida.
Antonio Brañas
la vida es muy larga y la prisa sólo sirve para acortarla...
El Gran Wyoming
Sé compasivo, porque cada persona con la que te cruzas está librando una dura batalla.
Elsa Punset
Es más difícil que una persona rica sea modesta a que una persona modesta sea rica.
Epicteto
El que yo tenga cariño, y muchas veces demasiado cariño, a la sabiduría, obedece al hecho de que me recuerda a la vida. Tiene ella el mismo mirar, la misma risa. ¿Qué culpa tengo yo de que las dos se parezcan tanto?
Friedrich Nietzsche
La existencia del espíritu consiste en tenerse a sí mismo por objeto.
Georg Wilhelm Friedrich Hegel
Mantente ávido por saber y tal vez llegarás a ser sabio.
Isócrates
La razón de la lentitud del mundo parece estar en un solo hecho. Todo hombre nace bajo el yugo, y crece bajo la opresión de su edad.
John Jay Chapman
No existe una mejor prueba del progreso de una civilización que la del progreso de la cooperación.
John Stuart Mill
Dios está aquí. Esta verdad debe llenar nuestras vidas y cada Navidad debe ser para nosotros un nuevo y especial encuentro con Dios, dejando que su luz y su gracia entren hasta el fondo de nuestra alma.
Josemaría Escrivá de Balaguer
No me gustaría tener un pene. Sería como tener una tercera pierna. Parece un mecanismo que quisiera ser una pierna. Pienso que yo tengo un pene en el cerebro y no necesito tener uno entre mis piernas.
Madonna
¡Yo, que no conozco otra cosa, ni sé, ni tengo más que a ella!
Ugo Foscolo
La superstición trae mala suerte.
Umberto Eco
No hay melancolía sin memoria ni memoria sin melancolía.
Will Rogers
Son niños. Por el momento, lo que hay que hacer es cuidarlos física y mentalmente, apartarlos del peligro, evitar que mueran, quererles, cuidarles, hacerles felices. Como ya nosotros no podíamos ayudarles desde dentro, tenemos que ayudarles desde fuera y pedir al mundo de fuera que nos ayuden también.
Zenobia Camprubí Aymar