Canadá se ha convertido recientemente en un problema.
Ann Coulter
Hay dos miradas: La mirada del cuerpo puede olvidar a veces, pero la del alma recuerda siempre.
Alejandro Dumas
El vino se parece al hombre: nunca se sabe hasta qué punto se le puede apreciar o despreciar, amar u odiar; ni cuantos actos sublimes o crímenes monstruosos es capaz de realizar. No seamos, entonces, más crueles con él que con nosotros mismos y tratémosle como a un igual.
Charles Baudelaire
Dictadura: Sistema de gobierno en el que lo que no está prohibido es obligatorio.
Enrique Jardiel Poncela
Y aunque fuera de oro y miel te quedarías con el cuerpo de otra que te de alegría.
Francisca Valenzuela
La mayoría de los hombres se parecen a grandes palacios abandonados: ocupan sólo unas pocas habitaciones y han cerrado las alas donde nunca se aventura.
François Mauriac
Siempre dí lo que sientes y haz lo que piensas.
Gabriel García Márquez
El río se abre un cauce y luego el cauce esclaviza al río.
José Ortega y Gasset
Nada hay en la naturaleza tan mudable como la forma de un sombrero femenino.
Joseph Addison
Pero un día perdí la fe y nunca más la he recobrado. Creo que la perdí apenas empecé a pensar. Para ser creyente no conviene pensar mucho.
Mario Vargas Llosa
Cuando juego con mi gata ¿quién sabe si ella no me hace más deportista a mí que yo a ella?
Michel de Montaigne
En los países donde la represión prevalece, el escritor no debe censurarse a sí mismo ni darse por vencido, es doloroso, pero hay dos maneras de hacerlo: hay cosas que escribes y guardas en un cajón porque la censura no va a durar eternamente o publicas el libro en algún otro lugar para que el mundo exterior pueda leerlo y entonces regresar, como siempre sucede, para que tu pueblo finalmente lo conozca.
Nadine Gordimer
'No me incumbe' es la pantalla tras la cual escudan los cobardes su falta de caballerosidad.
Robert Baden-Powell
Vivimos o morimos por el reloj, ese es todo el tiempo que tenemos.
Tom Hanks
Como mujer, no tengo país. Como mujer, mi país es el mundo entero.
Virginia Woolf
Las personas melancólicas gozan lamentándose los secretos del corazón.
Yibrán Jalil Yibrán