No seas vanidoso, porque la vanidad es una degradación de tu ser y un manantial perenne de ridiculez.
Ángel Ossorio
La experiencia muestra que los hombres en gran medida son gobernados por lo que están acostumbrados a ver y practicar, que las más simples y evidentes mejoras en las labores más ordinarias se adoptan con indecisión, resistencia y gradualmente.
Alexander Hamilton
Los sueños son las esperanzas de los tontos.
Arquímedes
Pero recuerda, eh... el viento sopla más fuerte cuanto más cerca estás de la cumbre de la montaña.
Bob Gunton
Quienes opinan que el dinero todo lo puede, sin duda están dispuestos a todo por el dinero.
Edme-Pierre Beauchêne
La volubilidad de la mujer a quien amo es sólo comparable a la infernal constancia de las mujeres que me aman.
George Bernard Shaw
La ingratitud proviene, tal vez, de la imposibilidad de pagar.
Honoré de Balzac
Esas gentes son tan silenciosas y hurañas que uno tiene la impresión de verse frente a un recóndito enigma del que más vale no intentar averiguar nada. Y ese sentimiento de extraño desasosiego se recrudece cuando, desde un alto del camino, se divisan las montañas que se alzan por encima de los tupidos bosques que cubren la comarca.
Howard Phillips Lovecraft
Yo sería feliz con estar a tu lado y mirarte toda la noche.
John Cusack
Quise mantener unidos a los Stones en cualquier circunstancia y creí que siempre iba a poder hacerlo. Pero cuando Ian Stewart murió, el pegamento se agotó, fue el final, y me di cuenta de que mejor sería que nos tomásemos un tiempo para repensar todo.
Keith Richards
Ante una lista de candidatos se piensa que, felizmente, sólo puede ser elegido uno.
Noel Clarasó
Si llega el Invierno, ¿puede la Primavera estar tan lejos?
Percy Bysshe Shelley
El cerebro es un paquete de ideas arrugadas que llevamos en la cabeza.
Ramón Gómez de la Serna
No he oído hablar de un político que crea en lo que dice.
Ray Winstone
Incluso en el trono se desgasta el pantalón.
Stanisław Jerzy Lec
Mi única ambición es llegar a escribir un día más o menos bien, más o menos mal, pero como una mujer.
Victoria Ocampo