Las carreras se ganan en la última vuelta.
Ángel Nieto
El orgullo es la fuente de todas las enfermedades, porque es la fuente de todos los vicios.
Agustín de Hipona
La política y la suerte de la raza humana son formadas por hombres sin ideas y sin grandeza. Aquellos que tienen grandeza dentro de sí mismos no hacen la política.
Albert Camus
El libro esta terminado cuando no te quiere más.
António Lobo Antunes
La música que nunca vence, que nunca mengua, sino que ondea hacia la eternidad como los mares límpidos del país de las hadas.
Edward Morgan Forster
No anheles el bien futuro: mira que ni el presente está seguro.
Félix María de Samaniego
Durante mucho tiempo no he querido interpretar un papel de madre porque soy una madre.
Frances McDormand
Por muy exigente que se sea en amor, se perdonan más faltas que en la amistad.
Jean de la Bruyere
Lo fundamental en el futuro va a residir en la personalización. Hoy por hoy, tenemos 6,2 millones de clientes. Vamos a confeccionarle a cada uno de ellos una tienda a su medida.
Jeff Bezos
Vivir resistiéndose, día a día, a las ventajas de la adulación y la mendacidad, es sentar plaza vitalicia de héroe.
Juan Gil-Albert
En los propios enemigos es donde se encuentra aún mayor bajeza.
Jules Renard
El individualismo es, en mi modesto sentir, una de las primeras virtudes que deben exigirse al artista creador.
Manuel de Falla
Las comidas sabrosas no lo son por sí mismas. Los alimentos no son deliciosos a menos que uno lo crea así. Aunque la mayoría de la gente cree que las carnes de vaca y pollo son deliciosas, a una persona que por razones físicas o espirituales ha decidido que no le gustan, le parecerán repugnantes.
Masanobu Fukuoka
La luz no es un material de propagación instantánea, tiene una velocidad, y es finita.
Richard Feynman
Desde el momento en que uno no puede esperar vengarse, comienza a odiar.
Stendhal
¡Qué delicioso alborozo sentía correr por mis venas, cuan agradablemente todo mi ser respondía a las vibraciones y efluvios de aquel día gris saturado de una esencia primaveral, que en sí parecía lenta en percibirse!
Vladimir Nabokov