Perder es tan importante como el saber ganar. También hay partes bonitas cuando uno pierde.
Ángel Nieto
En política la sensatez consiste en no responder a las preguntas. La habilidad, en no dejar que las hagan.
André Suarès
No vivas para que tu presencia se note, sino para que tu falta se sienta.
Bob Marley
El afecto es el gran poder que persuade, que atenúa los resentimientos y perdona; es el que atempera los golpes de la adversidad y el que elimina los efectos perniciosos de todas las discordias.
Carlos Bernardo González Pecotche
Hay sólo una cosa peor que ser crítico de cine, y es ser crítico de televisión.
Carlos Pumares
Los cerdos se gozan en el estiércol.
Demócrito
Dejad de tener miedo y abrazad el futuro de una vez por todas.
Juan Gómez-Jurado
Si en realidad abrigaba alguna duda, la mirada del doctor Alec la disipó sin necesidad de palabras, al tiempo en que el hombre abría los brazos y la niña se echaba en ellos, convencida de que allí estaba su hogar.
Louisa May Alcott
Cuando soy buena, soy muy buena, pero cuando soy mala, soy mucho mejor.
Mae West
Lo más fome era jugar con los gallos grandes, que sacan bien, que no te dan posibilidad de nada, son tipos que viven de puro sacar, de fuerza.
Marcelo Ríos
La felicidad reúne, pero el dolor une.
Paul Bourget
Como es más lo que ignoras que lo que sabes, no hables mucho.
Ramon Llull
En el odio al español como invasor, andamos muy cortos los BizKainos patriotas de hoy, comparados con aquellos de otros siglos que en su idioma llamaban extranjeros a los españoles y los recibían a flechazos y a tiros.
Sabino Arana
Nosotros odiamos a España con nuestra alma, mientras tenga oprimida a nuestra Patria con las cadenas de la esclavitud. No hay odio que sea proporcionado a la enorme injusticia que con nosotros ha consumado el hijo del romano. No hay odio con que puedan pagarse los innumerables daños que nos causan los largos años de dominación. Bizkaitarra, no 16.
No era conveniente llevar a los hombres a posiciones desesperadas, porque en aquellos momentos todos podían sacar repentinamente dientes y garras.
Stephen Crane
Aquel a quien Dios aflige tiene a Dios consigo.
Walter Savage Landor