Cierro los ojos para ver más hondo y siento que me apuñalan fría, justamente, con ese hierro viejo: la memoria.
Ángel González
El alma es un ser moral distinto, independiente de la materia, que conserva su individualidad después de la muerte.
Allan Kardec
Lo malo nunca lo es de repente.
Alonso de Ercilla
Sólo hay una especie de amor; pero existen mil copias diferentes.
François de La Rochefoucauld
El hombre libre, y mucho más el espíritu libre, pisotea esa especie de bienestar despreciable con que sueñan los tenderos, los cristianos y las vacas.
Friedrich Nietzsche
Felices los que sufren si se sienten con una voluntad superior a los caprichos del destino. La humillación despierta su orgullo, el dolor despierta su inteligencia y en sus manos encallecidas encuentran fuerzas suficientes para imponer la ley a sus contrarios, para levantarse sobre las generaciones humanas y revelarse como nueva divinidad entre los pueblos asombrados.
Ignacio Ramírez
El verdadero terror no es asustarse; es no tener elección.
John Green
El significado de la comunicación es la respuesta que usted obtiene.
John Grinder
La palabra es lo mejor que se puede encontrar, la tentativa siempre frustrada para expresar eso a lo que, por medio de palabra, llamamos pensamiento.
José Saramago
Es mejor dormir en la escalera de incendios que hacer el amor por lástima.
Keira Knightley
No hay más infierno para el hombre que la estupidez y la maldad de sus semejantes.
Marqués de Sade
Jamás persona alguna de humilde estado ha ganado gran poder sólo por medio de la fuerza, pero sí sólo con la astucia.
Nicolás Maquiavelo
En un estado verdaderamente libre, el pensamiento y la palabra deben ser libres.
Suetonio
Por la grandeza de un instante se mide, a veces, la grandeza de toda una vida.
Viktor Frankl
Como el arado obedece las palabras, Dios recompensa las plegarias.
William Blake
El amor se arma de paz contra el poder, contra la razón, contra el honor, y dulcifica, en medio de las penosas angustias que causa, la amargura de todas las violencias, de todos los golpes, de todos los temores.
William Shakespeare