Aunque una idea tenga valor permanente, no por eso lo tiene circunstancial; hay circunstancias en que ciertas ideas se cubren con un velo para no ver ni ser vistas.
En lo que a mí respecta, el amor significa lucha, grandes mentiras y un par de bofetadas en la cara.
Y es que nada hay tan difícil como cerrar por amor la mano abierta y avergonzarse de su generosidad.