Todo ordenador tiene una memoria principal que utiliza para albergar los programas en ejecución. En los sistemas operativos más sencillos, sólo hay un programa a la vez en la memoria. Para ejecutar un segundo programa, es preciso desalojar el primero y colocar el segundo en la memoria. Los sistemas operativos algo más sofisticados permiten que haya varios programas en la memoria al mismo tiempo.