Esa pintura no se bota.
Andrés López
El comportamiento ético de un hombre debería basarse con eficacia en la compasión, en la educación, y en las relaciones sociales. Las bases religiosas no son necesarias. Sin duda, el hombre estaría en mal estado si tuviera que estar atado al temor del castigo y a la esperanza de la recompensa tras la muerte.
Albert Einstein
El ayer está hecho. El mañana nunca llega. El hoy está aquí. Si no sabes qué hacer, quédate quieto y escucha.
Carl Sandburg
Después del Manchester te quedan pocos sitios mejores para ser un futbolista grande.
Cristiano Ronaldo
La felicidad consiste en estar contento con uno mismo, al comprobar que uno ha hecho el mayor bien posible y el menor mal consciente.
Enrique Rojas
El primer beso que supo a beso y fue para mis labios niños como la lluvia fresca.
Federico García Lorca
Hay cosas tan buenas que sin imposible resistirse a ellas.
Federico Moccia
En mi opinión, los Evangelios son meticulosamente auténticos, pues en ellos se encuentra la reflexión eficaz de lo sublime que emana de la persona de Cristo; y eso es tan divino como lo más divino que ha aparecido en la Tierra.
Goethe
Lo que no habéis heredado de vuestros padres, volverlo a ganar a pulso o no será vuestro.
No es bueno que todo suceda como deseamos. Cuando todo nos sonríe en el mundo, nos apegamos a éste muy fácilmente y el encanto es muy fuerte. Por eso, y porque Dios nos ama, no permite que durmamos mucho y muy cómodamente en este lugar de destierro.
Jacques-Bénigne Bossuet
Los animales tienen corazón y pasiones, pero la santa imagen de lo honesto y de lo bello sólo puede tener cabida en el corazón humano.
Jean-Jacques Rousseau
Nunca cuentes antes de hora tu decisión.
John Selden
Siempre supe que si esperaba lo suficiente, vendría alguien y me envidiaría. Siempre me digo que debo tener paciencia, que tarde o temprano se pasará por aquí algún envidioso.
Kurt Vonnegut
¡Estoy regalada!
Mirtha Legrand
Al fin y al cabo, un hombre es sólo lo que ha decidido hacer o no hacer.
Qiu Xiaolong
Y sobre todo: sé sincero contigo mismo; y de esto debe seguirse, como la noche al día, que entonces no puedas ser falso con ningún hombre.
William Shakespeare