Adoro cuando los otros piensan mal de mi, pues no corro el riesgo de quedarme desilusionado si cambian idea.
Andrea Mucciolo
Arruiné la mayor parte de mis novelas por mi manía de defender en ellas una causa; sabía que un artista no debe exhortar ni pronunciar sermones, y seguía exhortando y pronunciando sermones.
Arthur Koestler
La verdad en si misma solo puede ser alcanzada dentro de uno mediante la más profunda meditación y conciencia.
Buda Gautama
Aunque a todos les está permitido pensar, muchos se lo ahorran.
Curt Goetz
Y Cosecharon los frutos maduros de su perdición.
Edgar Allan Poe
El miedo a crearse enemigos obliga a veces a algún hombre original a no salir de la vulgaridad.
Émile Pontich
Los zorros usan muchos trucos. Los erizos, sólo uno. Pero es el mejor de todos.
Erasmo de Róterdam
Quien oye aduladores, nunca espere otro premio.
Félix María de Samaniego
La fe en un dios es instinto, y le es tan natural al hombre como el caminar erguido, aunque en algunas personas se vea modificada y en otras incluso asfixiada. Por lo general está siempre presente y es indispensable para la buena configuración de la capacidad de conocimiento. (buena configuración interna)
Georg Christoph Lichtenberg
Este es un momento muy importante en mi vida. No puedo ser solo la chica que cantaba I Kissed A Girl. Tengo que dejar mi huella.
Katy Perry
Concebir una idea es noble, ejecutar la tarea es servil.
Leonardo da Vinci
La libertad no es la licencia para realizar cualquier cosa.
Mahatma Gandhi
Cualquier término que sectorice dentro del colectivo, es doloroso para el que queda al margen.
Marcelo Bielsa
Ése es uno de los caprichos de la oportunidad. Tiene el curioso hábito de aparecer por la puerta de atrás, y a menudo viene disimulada con la forma del infortunio, o de la frustración temporal. Tal vez por eso hay tanta gente que no consigue reconocerla.
Napoleon Hill
La gran victoria que hoy parece fácil fue el resultado de pequeñas victorias que pasaron desapercibidas.
Paulo Coelho
Como lo que sabes no es tanto como lo que no sabes, no hables mucho.
Ramon Llull