Los hombres verdaderamente viriles aman el choque de los espíritus, como los héroes amaban el choque de las espadas.
André Maurois
Y cigarras sonoras, y piedras calcinadas, se asoman a mis largas siestas, sin que concluya este lento desfile de puntos por mis manos. Y a ratos, en el aire que impregnan los manzanos, van y vienen dos frases: Eres mía. Soy tuya.
Alfonsina Storni
No existían tantas diferencias entre el trabajo de monje amanuense, en la Edad Media, y el mío: pasaba días enteros copiando letras y cifras.
Amélie Nothomb
¿A quiénes le debo pedir disculpas? Dicen que debo pedir perdón, ¿A los Marxistas, comunistas? ¿de qué debo disculparme?
Augusto Pinochet
El demonio es manejado por Moscú.
El hombre que se levanta es aún más grande que el que no ha caído.
Concepción Arenal
Ser leal es la mayor valentía.
Francisco de Rojas Zorrilla
Desde premisas equivocadas, con una lógica estricta, se llega a conclusiones erróneas.
Giorgio Nardone
Si quieres estar seguro de todo cuanto deseas, desea lo que puedas.
Jafudà Bonsenyor
Hay pilotos y corredores. Clark era un piloto y Brabham un corredor.
John Surtees
Todo idealista es un hombre cualitativo: posee un sentido de las diferencias que le permite distinguir entre lo malo que observa, y lo mejor que imagina. Los hombres sin ideales son cuantitativos; pueden apreciar el más y el menos, pero nunca distinguen lo mejor de lo peor.
José Ingenieros
Para todas las penas, la amistad es remedio seguro.
José Martí
Entraré en la nada y me disolveré en ella.
José Saramago
La tierra es breve.
Juan Antonio Villacañas
No quiero el calor de vuestro fuego, no quiero el agua de vuestras tinajas. Quiero sólo un lugar para mi canción.
Roberto Obregón
Un buen club de béisbol.
Yogi Berra