Sabio es aquel que constantemente se maravilla de nuevo.
André Gide
La profesión de actor es como una montaña rusa. Cuando te encuentras arriba, no hay que dejar de pensar que enseguida se vuelve a bajar y otra vez a subir.
Antonio Banderas
La poesía debe tener por objetivo la verdad práctica.
Conde de Lautréamont
¿No tenemos en nosotros una perpetua inclinación, pese a la excelencia de nuestro juicio, a violar lo que es la Ley, simplemente porque comprendemos que es la Ley?
Edgar Allan Poe
Las interacciones físicas entre otros sistemas y el nuestro deben poseer, por regla general, cierto grado de ordenación física, es decir, que también ellos deben someterse con cierta exactitud a leyes físicas rigurosas.
Erwin Schrödinger
Sé justo antes de ser generoso, sé humano antes de ser justo.
Fernán Caballero
Los perros no molestan hasta que ladran y los necios hasta que hablan.
George Bernard Shaw
Defiende tu derecho a pensar, porque incluso pensar de manera errónea es mejor que no pensar.
Hipatia de Alejandría
La juventud no puede saber cómo la edad piensa y siente. Pero los hombres viejos son culpables si se olvidan de lo que era ser joven.
J. K. Rowling
Es muy difícil de entender la audiencia americana, lo que les gusta, lo que no les gusta. Algunas películas que me gustan mucho, no funcionan. Algunas películas que no me gustan, arrasan en taquilla.
Jackie Chan
Que algunos jugadores no merecen vivir.
Jesús Gil y Gil
Si limpiamos y ordenamos nuestra casa nosotros mismos, nuestra mente se concentra en el presente, y en vivir el aquí ahora, una de las llaves de la felicidad y éxito en la vida y el trabajo.
Keisuke Matsumoto
Nunca usen el mal pareciendo que es el bien, porque a la larga se devuelve contra ti, cuando menos lo esperes.
Luis Días
Cultivemos esa autoestima y saquemos adelante esa visión global de nuestro planeta.
Rigoberta Menchú
La economía es la ciencia de cercenar los gastos superfluos.
Séneca
No eres más santo porque te alaben, ni más vil porque te desprecien. Lo que eres, eso eres; y no puedes ser más grande de lo que Dios sabe que eres.
Tomás de Kempis