Ella no me amó a mÃ, sino al que yo deseaba ser, y siempre me reprochó que no hubiese cumplido mis deseos.
André Gide
El modo más seguro de hacernos agradable la vida a nosotros mismos es hacerla agradable a los demás.
Arturo Graf
Los hombres grandes por sà mismos, que no trafican con la gloria, para quienes el mando es un deber, la lucha una noble tarea, y el sacrificio una verdadera religión.
Bartolomé Mitre
El alma libre es rara, pero la identificas fácilmente cuando la ves.
Charles Bukowski
Para que triunfe el mal, sólo es necesario que los buenos no hagan nada.
Edmund Burke
¡Cuán mezquino fin de las acciones de un hombre: él mismo!
Francis Bacon
No siguió el camino más ancho hacia la eternidad, ni tampoco el más angosto, sino que, a fuerza de rezar mucho y disfrutar de una buena mesa, eligió uno intermedio, que podrÃamos denominar clerical principesco.
Georg Christoph Lichtenberg
Después exhalé un suspiro tan largo y hondo que, si se hubiera prolongado en lÃnea recta, habrÃa llegado hasta la luna.
Haruki Murakami
El hombre que se hace llamar a si mismo reformista quiere destrozar las cosas. Es el tipo de hombre que rompe una camisa entera porque el botón del cuello no encaja en el ojal. A él nunca se le ocurrirÃa agrandar el ojal.
Henry Ford
Lo único que me importa en la vida es ser un buen padre. No puedo decir que la oscuridad desaparezca del todo. Sigue ahÃ. pero nunca me he visto tan cerca de la luz como en estos tiempos.
Johnny Depp
El anciano es el aristócrata de la vejez.
José Luis Coll
Vamos a ganar y ustedes van a morir.
Muamar el Gadafi
Increible Villeneuve está 12 segundos por delante de Villeneuve.
Murray Walker
A través de los siglos, por la nada del mundo, yo, sin sueño, buscándote.
Rafael Alberti
Aunque los seres sintientes desean liberarse del sufrimiento, no dejan de crear sus causas, y aunque desean la felicidad, debido a su ignorancia la destruyen como si fuera su enemigo.
Shantideva
Recuerdo a los profesores de nuestra escuela pública. TenÃamos un dicho: Los que no saben enseñan, y los que saben enseñar dan clases de gimnasia. Y, claro está, los que no sabÃan nada de nada, venÃan a enseñar a nuestra escuela.
Woody Allen