No creer en Dios es mucho más difícil de lo que se piensa. Para seguir haciéndolo es necesario abstenerse de mirar la Naturaleza y de reflexionar sobre lo que vemos.
André Gide
Las heridas de la calumnia se cierran pero quedan las cicatrices.
Anónimo
Estos hombres malos son los que engañan a los demás, a todos estos infelices que van a pelear; y para que el engaño sea completo, les impulsan a odiar a otras naciones; siembran la discordia, fomentan la envidia, y aquí tienen ustedes el resultado.
Benito Pérez Galdós
La confidencia corrompe la amistad; el mucho contacto la consume; el respeto la conserva.
Cicerón
Si me apuras, nunca grité tanto una conquista. Te lo prometo. Ni en 2001 ni en 2005, cuando ganamos con gol mío. Ahora fue diferente, por el momento que además estoy viviendo.
Diego Rivarola
El mundo es asunto de todos nosotros.
Fernando Trujillo Sanz
La felicidad huye de la grandeza y del fausto.
Francisco Zarco
He encontrado personas muy feas en mis comienzos, los animales me parecieron más hermosos.
Franz Marc
No te daré acceso a mi biblioteca de música, ni hablar. Tengo muchos placeres ocultos ahí que me dan mucha vergüenza.
Keira Knightley
Sólo aquellos que intentan lo absurdo alcanzarán lo imposible.
M. C. Escher
Contemplar la vida humana durante cuarenta años es lo mismo que contemplarla durante diez mil, pues ¿qué más veréis en diez mil años?
Marco Aurelio
Si aún sueñas con golpearme más te vale despertar y pedir disculpas.
Muhammad Ali
La gratitud es un sentido vivo de futuros favores.
Robert Walpole
Si eres poeta, verás claramente que hay una nube circundando esta hoja de papel. Claro, pues sin una nube no habría agua y sin agua los árboles no pueden crecer y sin árboles no podemos hacer papel de esta manera, la nube esta aquí, en esta página, entonces comprendemos que la existencia de esta página depende de una nube. Papel y nube están unidos, íntegramente relacionados.
Thich Nhat Hanh
No soy una mala persona. Solo he tenido mala suerte.
Thomas Haden Church
Unos cuantos fuertes instintos y unas pocas reglas sencillas.
William Wordsworth