Comprendí que la sed de disfrutar que nace en cada momento de voluptuosidad, se anticipa al gozo, de la misma manera como existen respuestas listas para cualquier pregunta.
André Gide
El coraje no es la ausencia de temor, sino la capacidad de actuar a pesar de este.
Bernardo Stamateas
Los lugares más soeces y menos bellos de nuestro cuerpo son los que dan placer.
Fernando Arrabal
Madrid es un género literario.
Francisco Umbral
El punto de la finitud consiste en la actividad individual que da existencia a lo universal, realizando sus determinaciones.
Georg Wilhelm Friedrich Hegel
Por lo que toca a las mujeres, se trata de engaños recíprocos que no entran en la cuenta, porque cuando el amor se mete por medio, es cosa común que los unos engañen a los otros.
Giacomo Casanova
No se puede contemplar sin pasión. Quien contempla desapasionadamente, no contempla.
Jorge Luis Borges
La vulnerabilidad siempre se encuencra en el corazón del amor de quien ama.
Leo Buscaglia
Jerjes tiene muchos hombres, pero ningún soldado.
Leónidas I
Asegúrate de que el casco de tus convicciones pueda sopor-tar el estrés de los choques.
Max Lucado
Aunque el otoño de la historia cubra vuestras tumbas con el aparente polvo del olvido, jamás renunciaremos ni al más viejo de nuestros sueños.
Miguel Hernández
No creas en el Maestro que te enseña que hay que creer en la luz y que tiene la luz; cree en el Maestro que sin decirte que tiene la luz y que hay que creer en ella, con su silencio, su reflexión y su paz de cuerpo, te manifiesta que la luz existe y, por lo tanto, hay que creer en ella.
Norys Uribe Santana
La perseverancia constituye las nueve décimas partes de cualquier arte... Aunque no sirva de mucho ser nueve décimas partes de artista, por supuesto.
Peter S. Beagle
No se puede caminar contemplando las estrellas cuando se tiene una piedra en el zapato.
Proverbio Chino
La Iglesia ha sido la enemiga del progreso por el motivo de que se ha esforzado por impedir que los seres humanos piensen por sí mismos. Impedir el pensamiento es impedir todo progreso excepto en la dirección de la fe.
Robert G. Ingersoll
Aquella se puede llamar felicidad, que con nuestros deseos se mide.
Séneca