El cristianismo ha hecho mucho por el amor convirtiéndolo en pecado.
Anatole France
Cultura es lo que queda después de haber olvidado lo que se aprendió.
André Maurois
Vivir con Steve es como tirar un dado. Tienes suerte, hasta que ya no.
Anne Dorval
Yo soy más feliz que usted porque, además de ver lo que usted ve, yo veo lo que sus ojos ciegos de persona normal no pueden percibir.
Armando Buscarini
¿Cual raza? ¿Acaso existe la raza alemana? ¿existió alguna vez? ¿existirá acaso? ¿Realidad, mito o mentira de los teóricos? Bueno, vamos a responder, la raza alemana no existe. Varios movimientos. Curiosidad. Estupor. Repetimos. No existe. Nosotros no lo hemos dicho. Los científicos lo dicen. Hitler lo dice.
Benito Mussolini
Le digo al ama de casa que no eche huesos de vaca cuando haga una comida, aunque ya no se venden, sino de cerdo.
Celia Villalobos
Soy una soñadora en el fondo. Me pongo muy sarcástica y un poco macarra a veces, pero bueno, sí que tengo ese puntito princesilla, de absurda cenicienta.
Chenoa
Aunque será evidente que conocer lo que es cada cosa en realidad es imposile.
Demócrito
Campeones, actores y dictadores deben retirarse cuando están en la cima.
Enzo Ferrari
Soy de hoy y de siempre... Pero hay en mi algo que es de mañana.
Friedrich Nietzsche
La guerra es ahora una forma de entretenimiento televisivo, y lo que hizo la Primera Guerra Mundial de manera entretenida fueron dos invenciones: el alambre de púas y la ametralladora.
Kurt Vonnegut
El amor no es ciego, no es más que présbite. Pruébalo el hecho de que sólo comienza a distinguir los defectos cuando empieza a alejarse.
Miguel Zamacois
A los presos los visten con pijamas de rayas para ver si vestidos de rejas no se escapan.
Ramón Gómez de la Serna
Solo hombres y osos van dentro de coche.
Sacha Baron Cohen
El mundo no queda nunca estático, cada año que pasa es un mundo diferente. Sin embargo, ahora que todo, el mundo dice que vivimos en un mundo cambiante, creo que es una excusa para justificar los excesos.
Taylor Caldwell
Todo lo que el deseo unta en mis labios: la dulzura soñada de un contacto, el sabido sabor de la saliva.
Xavier Villaurrutia