Nunca se da tanto como cuando se dan esperanzas.
Anatole France
Las leyes no son crueles ni suaves; son inmutables, y, como tales, previsibles, cuadros fijos en cuyo interior incumbe al hombre diseñar lo mejor que sepa su destino.
André Maurois
Siempre supe que el éxito de los conciertos podría traspasarse a los discos y la televisión. Y tuve razón. Siempre he creído en mi música.
André Rieu
La intuición no es una opinión, es la cosa misma.
Arthur Schopenhauer
El tiempo vuela, precísamente cuando el hombre ya no tiene alas.
Carlos Rivera Ortiz
Tengamos en cuenta que la virtud, el saber, el amor a la libertad son las cualidades que desencadenan la fatal venganza de los inquisidores y que, cuando las mismas son destruidas, dejan a la sociedad en la más vergonzosa ignorancia, corrupción, y sometimiento.
David Hume
Amo el desvarío de tus manos y las montañas de sueño que me tocan: alas para borrar mi aquelarre de mundos que no entiendo.
Delia Quiñonez
Tiene unas horas de edad la Nicaragua recién nacida en los escombros, verdor nuevito entre las ruinas del saqueo y de la guerra; y la cantora luz del primer día de la Creación alegra el aire que huele a quemado.
Eduardo Galeano
Triste puedo estar solo: para estar alegre, necesito compañía.
Elbert Hubbard
Dios: una enfermedad de la que imaginamos estar curados porque nadie se muere de ella hoy en día.
Emil Cioran
Cuando todo el mundo ha probado una verdad y la ha encontrado buena, la convierte en proverbio.
Harold Hart Crane
Tengo dos cosas: cerebro y pelotas. Y no prescindiría ninguna de las dos por nadie.
Julian Casablancas
Mi memoria existe, mi recuerdo vivirá siempre y mi música en la gloria será la salvación del maldito infierno donde habitamos.
Kurt Cobain
La poesía es parte de mí y vivo día con día para escribir, con horarios y disciplina, es un trabajo muy fuerte, espero que este esfuerzo deje huella, el tiempo y los críticos lo decidirán.
Marlene Pasini
No satisfagáis jamás hasta la saciedad vuestros deseos; así os proporcionaréis placeres nuevos.
Proverbio Chino
Las penas de la vida deben consolarnos de la muerte.
Sócrates