Todos los cambios, aún los más ansiados, llevan consigo cierta melancolía; porque aquello que dejamos es una parte de nosotros mismos: debemos morir una vida para entrar en otra.
Anatole France
El valor económico del trabajo de un hombre está determinado, en un mercado libre, por un solo factor: El consentimiento voluntario de aquellos con la voluntad de comerciar con él a cambio de sus productos o de su trabajo.
Ayn Rand
¿Para qué tengo yo cuerpo? Para poder mediar entre él y otras mentes.
Charles Scott Sherrington
El principal obstáculo para el progreso de la raza humana es la raza humana.
Don Marquis
El corazón sigue sollozando en su sueño.
Emily Dickinson
Experimentar amor en el modo de tener implica encerrar, aprisionar o dominar al objeto amado.
Erich Fromm
Este mundo es una escala, que unos la suben y otros la bajan.
Francisco de Trillo y Figueroa
Así que todo líder ha de entender la fábula de la rana y el escorpión. Hay pastores, y hay ovejas, y hay lobos. Y un líder prudente tiene que entender que hay lobos tan listos que han aprendido a disfrazarse de ovejas.
Jim Rohn
La violencia es un problema no solamente de México, también en otros países la sufren. Pero trato de destacar que es un problema que el Gobierno tiene que resolver; nosotros, como mexicanos, podemos unirnos, pero es el Gobierno quien tiene la solución.
Jimena Navarrete Rosete
Tu castigo si eres mujer. Que no te amen lo suficiente.
Joyce Carol Oates
La irresponsabilidad por los daños forma parte de la esencia del terrorismo.
Jürgen Habermas
Cada uno de los movimientos de todos los individuos se realizan por tres únicas razones: por honor, por dinero o por amor.
Napoleón Bonaparte
Soy partidario del amor libre: la no institucionalización de los afectos, sea con puntillitas de juez o con estola.
Pablo Castellano Cardalliaguet
El arte no está hecho para nadie, y es, al mismo tiempo, para todos.
Piet Mondrian
Si se os pregunta: '¿qué es la muerte?', responded: 'la verdadera muerte es la ignorancia'. ¡Cuántos muertos entre los vivos!
Pitágoras
Los dioses son justos y emplean nuestros vicios deleitosos como instrumentos para castigarnos.
William Shakespeare