Es cierto que el amor conserva la belleza y que la cara de las mujeres se nutre de caricias, lo mismo que las abejas se nutren de miel.
Anatole France
Eres cómplice de lo que te sucede: la desgracia entra por la puerta que le has abierto.
Alejandro Jodorowsky
En mis primeras obras intentaba trabajar con un plan muy detallado, supongo que porque tenía mucha más inseguridad que hoy y entonces pensaba que un plan tan estudiado me iba a ayudar. Pero eso no es verdad.
António Lobo Antunes
No me harás aborrecer la guerra. Se dice que aniquilamos a los débiles, pero la paz hace lo mismo.
Bertolt Brecht
Nada hay tan dulce como la patria y los padres propios, aunque uno tenga en tierra extraña y lejana la mansión más opulenta.
Homero
La luz teje la vida a partir del aire.
Jacob Moleschott
Eliminad de una comunidad la murmuración y la parcialidad, y se gozará de una paz perfecta.
Juan Bosco
No se puede establecer ninguna correlación, por ejemplo, entre el travestismo o el transgénero y la práctica sexual, y la distribución de las inclinaciones heterosexual, bisexual y homosexual no puede determinarse de manera previsible a partir de los movimientos de simulación de un género ambiguo o distinto.
Judith Butler
Una mente sana en un cuerpo sano.
Juvenal
Ser tuyo es renacerme porque logras borrar, hundir, que se retiren todos los espejos, los muros de mi alma.
Manuel Altolaguirre
Todo su empeño se concentraba ahora en camuflar su conflicto interior. Debía representar el papel de la anfitriona atenta; departir con todos los presentes; brillar como llama de alegría y gracia.
Mary Shelley
Es tan ligera la lengua como el pensamiento, y si son malas las preñeces de los pensamientos, las empeoran los partos de la lengua.
Miguel de Cervantes
Los hombres grandes son aquellos que sienten que lo espiritual es más poderoso que cualquier fuerza material, y que son las ideas las que rigen el mundo.
Ralph Waldo Emerson
Decir que los hombres son iguales es tan absurdo como proclamar que lo son las hojas de un árbol.
Ramiro de Maeztu
Todo ocurre siempre porque sí, y de la manera que tiene que ocurrir, de la manera que puede ocurrir, ésa es la verdad. No vale la pena indagar los detalles, cuando ya todo ha terminado. Pero en lo esencial, en lo verdadero, sí que vale la pena indagar, porque si no, ¿Para qué he vivido? ¿Para qué he estado soportando estos cuarenta y un años? ¿Para qué te he estado esperando?
Sándor Márai
Únicamente los niños solitarios pueden ir acumulando todos sus amores.
Stefan Zweig