Una necedad, aunque la repitan millones de bocas, no dejan de ser una necedad.
Anatole France
Los hombres no tenemos que discutir por qué la Providencia ha creado las razas, sino limitarnos a reconocer que castiga a quien desprecia su obra.
Adolf Hitler
Conocemos en la medida en que amamos.
Agustín de Hipona
La voluntad moral trabaja por humanizar más y más al hombre, levantándolo sobre la bestia, como un escultor que, tallando el bloque de piedra, va poco a poco sacando de él una estatua.
Alfonso Reyes Ochoa
Soy un hombre feliz por tener una profesión que me permite viajar tanto. Y también puedo hablar de fortuna al decir que soy pianista. Un gran instrumento el piano, lo suficientemente grande para no poder llevárselo. En lugar de practicar puedo leer, comer, beber y dedicarme a otras actividades. ¿No soy un hombre afortunado?
Arthur Rubinstein
La meditación persistente sugiere siempre argumentos contra las decisiones; la profunda reflexión acaba a menudo en inercia.
Auguste Rodin
La primavera es cuando la vida está en todo.
Christina Rossetti
Ver una injusticia y no hacer nada es no tener valor.
Confucio
No gasto mi tiempo en pontificar sobre grandes conceptos. Gasto mi tiempo en resolver problemas de ingeniería y manufactura.
Elon Musk
Se siempre muy imprudente; es la única manera de tener un poco de placer viviendo en nuestra época de manufacturas.
Jean Giono
La felicidad del vencedor consiste en buscarla.
Jules Renard
Sea cual fuere la situación, uno debe expresarse, no importa cómo y pedirle al Santo, bendito sea, que lo saque de la oscuridad, lo lleve hacia la luz y lo ayude a lograr la verdadera Teshuvá.
Najman de Breslev
Ser considerado estúpido y ser llamado así es más doloroso que ser llamado glotón, mentiroso, lascivo, violento, perezoso, cobarde: todas las debilidades, todos los vicios, ha encontrado sus defensores, su retórica, su ennoblecimiento y exaltación, pero la estupidez no.
Primo Levi
Él no sabía por qué aquella vieja robaba cabellos; por consiguiente, no podía juzgar su conducta. Pero a los ojos del sirviente, despojar de las cabelleras a los muertos de Rashomon, y en una noche de tormenta como ésa, cobraba toda la apariencia de un pecado imperdonable. Naturalmente, este nuevo espectáculo le había hecho olvidar que sólo momentos antes él mismo había pensado hacerse ladrón.
Ryunosuke Akutagawa
Y entonces recordé lo que dijo Carlomagno: Que mis ejércitos sean las rocas y los árboles y los pájaros del cielo.
Sean Connery
Las primeras nociones de la sexualidad aparecen en el lactante.
Sigmund Freud