El castigo del delito consiste en haberlo cometido. La pena que imponen las leyes es inadecuada y superflua.
Anatole France
Para que tu tristeza muda no oyese mis palabras, te hablé bajito.
Antonio Porchia
La soberbia nunca baja de donde sube, porque siempre cae de donde subió.
Francisco de Quevedo
No debemos corregir nunca dejándonos llevar por nuestros sentimientos, sino únicamente por nuestra caridad.
Francisco de Sales
Oficio es el bien morir que conviene aprender toda la vida.
Fray Luis de Granada
No es cierto que el poder corrompa, es que hay políticos que corrompen al poder.
George Bernard Shaw
La corona de laurel, donde quiera que aparece, es señal de sinsabores más que de felicidad.
Goethe
Es de sabios prestar oídos no a mí, sino (al logos) a la palabra, y reconocer que todas las cosas son una.
Heráclito
Ah, ah. No releas, Paul. Eres muy joven, y aquellos que releen tienden a llenarse de la sabiduría inadecuada antes de tiempo. Ahora tienes que leer, leer todo lo que puedas, lo más heterogéneo posible. Sólo cuando llegas a mis años sabes que aquello que relees no es una pérdida de tiempo.
Juan Gómez-Jurado
Cuanto más cerca de la Iglesia, más lejos de Dios.
Lancelot Andrewes
Si recuerdo bien, tenías, Elia, cuatro dientes: una primera tos te echo fuera dos, y otra, otros dos. Ya puedes toser tranquila durante días enteros: una tercera tos no tiene nada que hacer ahí.
Marcial
A la gente no le gustan las cosas demasiado diferentes, y menos aún la gente que se cree diferente.
Mathias Malzieu
Ninguna persona es capaz de escoger sin miedo.
Paulo Coelho
Siendo una práctica estrictamente humana, jamás pude entender la educación como una experiencia fría, sin alma, en la cual los sentimientos y las emociones, los deseos, los sueños, debieran ser reprimidos por una especie de dictadura racionalista.
Paulo Freire
La frivolidad viene a ser la desatención de las cosas grandes y la curiosidad de las pequeñas.
Severo Catalina
Todos los dolores que nos alejan son dolores perdidos.
Simone Weil