Me cuesta tomar afecto, y sólo consigo querer a la gente que me parece igual que yo.
Anaïs Nin
No existe ningún hombre que tenga el derecho de despreciar a los hombres.
Alfred de Vigny
Tú tienes, para mí, todo lo bello que cielo, tierra y corazón abarcan.
Almafuerte
La alegría es una de las pocas emociones que uno no puede fabricar.
Bono
Los viajes no influyeron en mi obra, ese es mi sistema de vida: me da placer cambiar de ciudad. Tengo estudios en varias partes y una ciudad no me da nada. Uno lleva por dentro lo que quiere decir: lo tengo y sé mi camino, no voy en busca de inspiración, momentos o iluminación especiales cuando cambio de un lugar a otro.
Fernando Botero
Si el juez fuera justo, quizás el criminal no sería culpable.
Fiódor Dostoyevski
El miedo es el enemigo de la lógica. No hay nada más debilitante, triturante, autodestructivo y repugnante en el mundo, para un individuo o una nación.
Frank Sinatra
La independencia no es una palabra que deba exorcizarse, sino una condición indispensable para la existencia de hombres y mujeres realmente liberados, es decir, dueños de todos los medios materiales que hacen posible la transformación radical de la sociedad.
Frantz Fanon
Siempre tendrás más clientes de los que necesites cuando menos los necesites.
Gay Talese
El modelo por el cual debo vivir es no tener ningún modelo. Mi único hábito debiera ser no tener hábitos. Porque lo hice de este modo una vez es razón suficiente para no hacerlo así hoy.
Hugh Prather
Una imagen es un acto y no una cosa.
Jean-Paul Sartre
La infancia muestra al hombre, como la mañana al día.
John Milton
La propiedad del Estado no es la de todo el pueblo más que en la medida en que desaparecen los privilegios y las distinciones sociales y en que, en consecuencia, el Estado pierde su razón de ser. Dicho de otra manera: la propiedad del Estado se hace socialista a medida que deja de ser propiedad del Estado.
León Trotski
Me siento vagabunda de las letras. Quiero comer mi pan con el mendigo. Beber vino de todos. Tomar el sol tendida sobre la hierba húmeda.
María Elvira Lacaci
No hay que atacar al poder si no tienes la seguridad de destruírlo.
Nicolás Maquiavelo
La experiencia final para el hombre que vuelve a su hogar es la maravillosa sensación de que, después de todo lo que ha sufrido, ya no hay nada a lo que tenga que temer, excepto a su Dios.
Viktor Frankl