La pereza puede parecer atractiva, pero el trabajo da satisfacción.
Ana Frank
Siempre haga que el público sufra tanto como sea posible.
Alfred Hitchcock
Las preguntas son como los golpes de mendigos, no deben tenerse en cuenta.
Brian O'Nolan
Soy hermosa. Mi belleza se aparta por completo de lo usual. Estoy hecha para el deleite. Pero ¿Qué saco yo de ello? ¿Dónde está mi recompensa? Tal era el cambio al cabo de diez años; ésa era, verdaderamente, su recompensa: esa tristeza inquietante y mágica que hablaba directamente al corazón y enmudecía; la culminación de su belleza.
Evelyn Waugh
El único misterio es que exista quien piense en el misterio.
Fernando Pessoa
Iba a decir algo de Kant y lo olvidé... mmm... ah, sí ya me acordé: procuren olvidar todo acerca de Kant.
Horst Matthai Quelle
No voy a hacerte daño, sólo voy a aplastarte los sesos.
Jack Nicholson
Toma mi dirección; cuando te hartes de amores baratos de un rato... me llamas.
Joaquín Sabina
Lo irreal, lo imaginado y deseado, resulta inesperadamente el factor capital de la realidad humana, y por tanto de la Historia.
Julián Marías
Cada vez se volvía más nervioso e intranquilo, porque ocurría una cosa curiosa: de todo el tiempo que ahorraba, no le quedaba nunca nada. Desaparecía de modo misterioso y ya no estaba.
Michael Ende
A menudo el temor de un mal nos lleva a caer en otro peor.
Nicolás Boileau
Necesito a la física más que a los amigos.
Robert Oppenheimer
Un gran descubrimiento a menudo requiere un mapa hacia una mina llena de tesoros ocultos entonces fácilmente recogidos con las herramientas convencionales, no una nueva y brillante máquina de la era espacial para penetrar en los mundos que antes eran inaccesibles.
Stephen Jay Gould
La realidad es una capa de hielo muy fina, pero la mayoría de la gente patina sobre ella durante toda su vida y nunca caen y se hunden del todo.
Stephen King
El desconocimiento, muchas veces, nos lleva a encontrar un problema donde sólo había una circunstancia.
Valérie Tasso
Además, había tantos pianos en mi casa que realmente no podía evitar tocarlo.
Vanessa Carlton