Temo que abusan de mi cerebro, ya de por sí poco brillante, y que no quedará nada de él después de la guerra.
Ana Frank
Los deseos son como los peldaños de una escalera, que cuanto más subes, tanto menos contento te hallas.
Arturo Graf
La lucha será larga y difícil; será sangrienta.
Carlos Fonseca
Cuerpo que no le arma su corazón, las armas le esconden; más no le arman.
Francisco de Quevedo
El placer es débil cuando no se forja en la fragua del deseo.
Ignacio Manuel Altamirano
El más dulce de todos los sonidos es la alabanza.
Jenofonte
Cuando se recompensa la codicia humana, ésta se convierte en un poderoso inductor de corrupción.
John Perkins
No me gusta el trabajo, a nadie le gusta; pero me gusta que, en el trabajo, tenga la ocasión de descubrirme a mí mismo.
Joseph Conrad
Hagamos una guerra de virtudes si es posible, procurando cada cual superar al enemigo en honradez, buena fe, magnanimidad.
Juan Montalvo
No quiero ser conocida como chica a la que dispararon los talibanes, sino chica que lucha por la educación, quiero dedicar mi vida a esta causa.
Malala Yousafzai
Lo único que necesita el despotismo es el miedo. La virtud no le hace ninguna falta y el honor sería peligroso.
Montesquieu
No perdáis ahora vuestra confianza, que lleva consigo una gran recompensa.
Pablo de Tarso
Los empleados tiene la sabiduría de los viejos pedagogos pasan inadvertidos y dejan que el cliente aprenda por sí mismo, manifestándose tan sólo en caso de dificultades o si se recurre a ellos.
Pierre Sansot
La vida más dulce es la de no pensar en nada.
Sófocles
Todo hombre es bueno a la vista del Gran Espíritu.
Toro Sentado
¡Cuidado, cuidado! La contemplación del cerezote embriaga.
Ume Shukishi