Solo soy una más de todas las chicas que besas.
Amy Winehouse
Un filósofo que no podía caminar porque pisaba su barba se cortó los pies.
Alejandro Jodorowsky
Cada soldado y cada policía será un pedagogo para persuadir al ciudadano a fin de que coopere con la Fuerza Pública.
Álvaro Uribe Vélez
El público es más inteligente de lo que él mismo cree, pero no hay que decírselo, porque si no se vuelve aún más impertinente de lo que es de por sí.
Arthur Schnitzler
Frívola con arte y graciosa cual una muñeca, sin sensibilidad, su existencia entera la consagraba a mantener el prestigio de estar de moda, deslumbrando por el gusto artístico y exótico de sus vestidos.
Aurora Cáceres Moreno
Si la religión perdura sólo como un conocimiento, no produce ningún beneficio concreto.
Dalai Lama
Y nos quedamos mirándonos el uno al otro, la atmósfera entre nosotros se carga, prácticamente crepitando, sin decir nada, sólo mirando. Muerdo mi labio mientras el deseo por este hermoso hombre se apodera de mí con venganza, encendiendo mi sangre, haciendo mi respiración poco profunda, agrupándose bajo mi cintura. Veo mis reacciones reflejadas es su postura, en sus ojos.
Erika Leonard
La malicia de las buenas personas es peligrosísima.
Giulio Andreotti
En todos los cielos te encuentro.
José Luis Villatoro
No debemos desear lo imposible.
Leonardo da Vinci
Todos creemos en el país, lo que no se sabe es si a esta altura el país cree en nosotros.
Mafalda
Leyes: Sabemos lo que son, y lo que valen. Son telarañas para los ricos y poderosos, cadenas de acero para los pobres y débiles, redes de pesca en las manos del gobierno.
Pierre Joseph Proudhon
La bondad, armada con el poder es corrompida. El amor puro sin el poder es destruido.
Reinhold Niebuhr
Amarte a ti no es lo mejor, pero es perfecto.
Ricardo Arjona
Cariño -dijo ella, al fin-, ¿Estás seguro de que no te importa ser un ratón el resto de tu vida? No me importa en absoluto -dije-. Da igual quién seas o qué aspecto tengas mientras que alguien te quiera.
Roald Dahl
Para la abeja laboriosa no hay tiempo de estar triste.
William Blake