Cuando se es ensalzado por el enemigo, es que se ha hecho algo mal.
Amintore Fanfani
Es más fácil sentir ira que tristeza y es menos doloroso.
Aldous Huxley
Sólo tengo una regla en la actuación, confiar en el director en cuerpo y alma.
Ava Gardner
... si mientras se dicen ministros de uno que resucita muertos y sana enfermos, son ellos quienes (peores que todos los otros a quienes nutre la tierra) estropean a los sanos y matan a los vivos, no tanto con el fuego y con el hierro como con su perniciosa lengua.
Giordano Bruno
La corrupción se detiene en la puerta de mi despacho.
Joaquín Balaguer
No hay amigos, solo hay momentos de amistad.
Jules Renard
Era amor puro, sin posesión ni celos; nadie consigue atar a un trueno, nadie consigue apropiarse de los cielos del otro en el momento del abandono.
Luis Sepúlveda
La posibilidad de quitarse la máscara en todas las ocasiones es una de las raras ventajas que reconozco a la vejez.
Marguerite Yourcenar
Quien no madruga con el sol no disfruta de la jornada.
Miguel de Cervantes
En historia el nombre de dios es la terrible maza histórica con la cual todos los hombres divinamente inspirados, los grandes genios virtuosos han abatido la libertad, la dignidad, la razón y la prosperidad de los hombres.
Mijaíl Bakunin
Solo quiero ser un fraile que reza...
Pío de Pietrelcina
Un jefe debe tener los ojos tan puros como las manos.
Plutarco
Los votantes se olvidan rápidamente de lo que un hombre dice.
Richard Nixon
Los hombres no deben hablar para recrearse a sí mismos, sino para recrear a quienes les escuchan.
Richard Steele
En última instancia, el hombre no debería inquirir cuál es el sentido de la vida, sino comprender que es a él a quien se inquiere. En una palabra, a cada hombre se le pregunta por la vida y únicamente puede responder a la vida respondiendo por su propia vida; sólo siendo responsable puede contestar a la vida.
Viktor Frankl
La música es verdaderamente la expresión de la vida y la humanidad hacia lo desconocido, la sublimación de todas esas emociones, buenas y malas, que de no ser por ella nos aprisionarían.
Yehudi Menuhin