Hay musulmanes de todo tipo. La idea de encuadrarlos a todos en una sola identidad es errónea.
Amartya Sen
En muchos casos, al profesional de Bolsa le está prohibido volver la vista para mirar las antiguas cotizaciones: podría pasarle como a la mujer de Lot.
André Kostolany
La pasiónpolítica sacaba partido hasta de la estatura, del color del pelo, de la edad.
Emilia Pardo Bazán
Muchas de las cosas que nosotros necesitamos pueden esperar, los niños no pueden, ahora es el momento, sus huesos están en formación, su sangre también lo está y sus sentidos se están desarrollando, a él nosotros no podemos contestarle mañana, su nombre es hoy.
Gabriela Mistral
La civilización es el progreso desde una homogeneidad indefinida e incoherente hacia una definida y coherente heterogeneidad.
Herbert Spencer
¡Mira! ¡Fuego, fuego rojo! ¿Hay dragones en esta región? ¡Mira, allí hay otro!
J. R. R. Tolkien
Toda felicidad se compone de dos sensaciones tristes: el recuerdo de la privación en el pasado y el temor de perderla en el porvenir.
Jean-Baptiste Alphonse Karr
Administrar su casa; en eso consiste la verdadera ciudadanía. Eso es tomar verdaderamente parte en el gobierno general de la ciudad, ejercitar los hermosos derechos y hacer más fácil la marcha de los negocios públicos. Cada cabeza de familia debería ser pontífice y rey en su casa.
Joseph Joubert
Todos debemos auxiliar a nuestro prójimo, porque las buenas acciones raras veces quedan sin recompensa, y aun en el caso de no obtenerla, al menos su práctica no puede causar la muerte, ni perjuicio, ni ignominia.
Ludovico Ariosto
Nuestro corazón tiene la edad de aquellos que ama.
Marcel Proust
¡Qué lástima morirse, cuando me queda tanto que leer!
Marcelino Menéndez Pelayo
El instinto más grande de los niños es precisamente liberarse del adulto.
Maria Montessori
El tiempo se va sin sentir, ni te das cuenta.
Miguel Delibes
El que es bueno en la familia es también un buen ciudadano.
Sófocles
¿Qué sondeo profundo ha resuelto jamás el misterio del sueño?
Thomas Bailey Aldrich
Del hablador he aprendido a callar; del intolerante, a ser indulgente, y del malévolo a tratar a los demás con amabilidad. Y por curioso que parezca, no siento ninguna gratitud hacia esos maestros.
Yibrán Jalil Yibrán